Confirmado, Mercedes Milá y su experento sociológico aún puede llegar más lejos. Si pensábamos que ya habíamos visto todo lo que era capaz de dar de sí la mente de los creativos de Zeppelín, estábamos en un craso error. Los responsables de GH9 han asegurado que no quieren aburrir y han ideado un formato con toda clase de sorpresas, como asuntos de familia, inmigración, guerra de sexos, gemelas trampa y todo lo que pueda dar carnaza. El fin de semana comenzó el reality con un 28,7% de share.
Como adelantó PRNoticias a principios de este mes, Telecinco partía esta temada con problemas para encajar sus productos en el pre te. En cuanto a la Hermana Milá, reservado estaba su espacio, aunque con especial atención el desgaste de la edición pasada. El sábado se dio el pistoletazo y el resultado de la medición se materializaron en un 28,7% con la friolera de 3.497.000 espectadores hambrientos de ‘carnaza.
Vasile estudiará atentamente el desgaste de esta nueva edición, la caída en el share la pasada temada: habitualmente eran la segunda opción frente a Cuéntame. De este modo, el 28% supera a la media del 23% de la octava edición. Todo gracias a la carnaza que ofrece. Unos entresijos difíciles de creer e aginar: El hecho de incluir entre los concursantes de un concurso basado en mostrar al público ‘absolutamente todo’, a una joven con apenas un 2% de visión para que ella no vea, pero todo el mundo sí la vea. O intentar sembrar discordia entre sexos (aún pretendiendo ensalzar la convivencia como bandera), con el engaño como arma, es otra de las estratagemas para levantar la audiencia.
En este sentido, dos gemelas, que se incoran con la intención de hacer creer que son sólo una persona, Rosa, para poder acabar con ‘el equipo contrario’, los chicos, cuanto antes. Pero la competición no acaba ahí, los trapos sucios de familia se lavan también en la tele. En Guadalix también han entrado dos hermanas, que no saben que lo son y que lo descubrieron bajo la atenta mirada de toda España. ‘El show de Truman’ cada vez suena menos descabellado. Y todo para que la audiencia se sienta identificada.
Y mientras se dire la guerra de sexos, de familias y de credibilidad, Telecinco apuesta la integración. Al más puro estilo doce meses doce causas, incoran entre sus concursantes, a extranjeros para apostar la convivencia. Veremos así la representación de grupos sociales que nunca han estado en el concurso, Senegal, Marruecos, así como un estudiante que estuvo en Iraq y aprendió cómo ayudar a los demás. TODO VALE Y DE ESO NO HAY DUDA…
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