Hace ahora tres años me detectaron un Linfoma y llevo en revisión dos años y medio. Durante 6 meses me di seis sesiones de quioterapia y 25 de radioterapia. A mí, suerte, me dijeron que no me iba a morir, que tenía muchas probabilidades de que todo saliera bien que había muchos tratamientos a mi favor. Intentarían que siguiera viviendo y, de momento, aquí estoy, y estoy bien. Hago una vida completamente normal, gracias a mi familia y gracias a AEAL.
Creo, que como le pasa a todo el mundo, la prera vez que me dijeron que tenía un Linfoma me sonó fatal. No sabes qué es y cuando te explican que es un tipo de cáncer piensas ¿me voy a morir?
Mi familia fue de gran apoyo y, sobre todo, lo que más me ayudó fue pertenecer a una Asociación como AEAL. Tu familia te apoya, pero no te entiende muy bien. Sin embargo, cuando hablas con enfermos que han pasado o que están pasando lo mismo que tú, ellos entienden todo lo que les dices. Entienden cómo te encuentras, qué tal te sientes, si estás cansada, qué, si tienes un día malo, si estás de mal genio, los cambio de carácter… Eso, tu familia, mucho que le expliques no te entiende y sólo te entiende un enfermo. A mi me ayudaron muchíso.
Mi experiencia con la Asociación empezó leyendo todo lo que ponían en la Web. Yo pensaba ‘aquí todo el mundo sabe lo que tiene menos yo’. No sé qué, no había visto ni qué tipo de Linfoma tenía, ni en que grado, ni nada que tuviera relación con mi enfermedad. Cuando vi que en AEAL todos sabían que tenían y conocían su enfermedad, pensé que eso debía de ser bueno y me decidí a leer mis informes.
Me acuerdo de cuando escribí mi prera carta, y me acuerdo también cuando al día siguiente volví a entrar en la página y vi todas las respuestas de la gente. Eso fue un apoyo tremendo, me sentí acompañada.
Por eso, lo que ahora yo intento es que lo que en su momento me ayudó a mi, ahora poder ayudar a otra gente que lo necesite. Quiero seguir mucho tiempo dando guerra. Claro que pasas nervios cuando te toca la revisión y piensas… ‘a ver que me dicen hoy’. Pero mi, me encuentro perfectamente y hago una vida normal.
