Llevo algo más 20 años trabajando como consultor de comunicación y gestión de crisis. Empecé en 1986 y, desde aquel entonces hasta el día de hoy, muchas cosas han pasado desde entonces delante de mis ojos en este loco mundo de la Comunicación. Desde sus inicios, en los que se contaba con la vanidad del empresario para figurar en los medios ( algo era la época del pelotazo), la incipiente creación del puesto de responsable de comunicación o relaciones externas (muchas veces en manos de algún familiar del máxo ejecutivo de la empresa), la posterior contratación de consultoras externas para profesionalizar esta poderosa herramienta de gestión, la más reciente creación de departamentos internos en las grandes empresas, hasta el día de hoy, objeto del presente escrito. Tal vez mi sentido crítico también ha aumentado con los años, pero lo que percibo hoy en día era pensable hace años, aunque es una visión externa dada mi lejanía actual del meollo del sector y dada también mi actual visión distante, es decir desde Barcelona.