La especulación urbanística deja de ser rentable

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La crisis inmobiliaria llega a todos los sectores y ahora es el turno de los particulares. Si vender un piso de segunda mano empieza a convertirse en una tarea posible, los dueños de viviendas nuevas empiezan a pacientarse: llega la hora de firmar hipotecas y todavía no han hecho ‘negocio’. Quienes hace dos años pensaron comprar un piso sin construir para venderlo antes de firmar una hipoteca, no preveían que el ‘chollo’ de la especulación podía llegar a su fin. Ahora deben pagar facturas mientras los intereses no dejan de crecer. La crisis inmobiliaria llega a todos los sectores y ahora es el turno de los particulares. Si vender un piso de segunda mano empieza a convertirse en una tarea posible, los dueños de viviendas nuevas empiezan a pacientarse: llega la hora de firmar hipotecas y todavía no han hecho ‘negocio’. Quienes hace dos años pensaron comprar un piso sin construir para venderlo antes de firmar una hipoteca, no preveían que el ‘chollo’ de la especulación podía llegar a su fin. Ahora deben pagar facturas mientras los intereses no dejan de crecer.

¿Quién podía pensar que en dos años la construcción dejaría de ser la inversión más segura en España? Quienes tenían un dinero ahorrado decidieron invertirlo en el ladrillo que no dejaba de subir y se vendía rápidamente. Ahora la burbuja se desinfla más rápido de lo esperado y los propietarios a los que les van a entregar las llaves que no tienen intenciones de vivir en el inmueble, se les viene el mundo enca.

En sus planes no entraba pagar una hipoteca quizá superior a 300.000 euros, con los intereses las nubes y sin posibilidad de vender el piso a corto plazo. Un problema en el que se ven inmersos numerosos propietarios que pretendían hacer negocio con la vivienda. Quienes dispongan de una economía más desahogada aguantarán el tirón pero aquellos que invirtieron todos sus ahorros para que les crecieran en un par de años, están ahora embarcados hasta las cejas.

Las webs se inundan de anuncios donde se ofrecen casas sin estrenar, lo que hace que suba la oferta y tanto el precio de los inmuebles se estanque. A muchos el tiro les ha salido la culata y ni siquiera podrán ganar unos euros con el piso. Y es que para deshacerse de él rápidamente deberán venderlo el mismo dinero que lo ofertaba la empresa constructora hace meses.

Entidades financieras consultadas PRNoticias han afirmado que las previsiones no son muy buenas y a la morosidad acumulada en los últos meses se sumarán más retrasos en los pagos de aquí en adelante. Augurios que retienen la inversión, paralizan el mercado e influirán en la economía y el paro.

Por el momento, tal y como ha informado nuestra Redacción en varias ocasiones, los despidos comienzan a ser una tónica habitual en inmobiliarias y empresas de construcción. Uno de los pilares de la economía española se viene abajo y a corto plazo no parece que vaya a llegar otro que lo sustituya.

Seguiremos Informando…

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