Amnistía Internacional (AI) ha exigido a las autoridades rusas rigor en la investigación de la muerte en octubre de 2006 de la periodista Anna Politkovskaya, además de establecer medidas adicionales para defender a periodistas. Amnistía Internacional (AI) ha exigido a las autoridades rusas rigor en la investigación de la muerte en octubre de 2006 de la periodista Anna Politkovskaya, además de establecer medidas adicionales para defender a periodistas.
AI ha instado asismo a las autoridades de Chechenia a adoptar medidas efectivas que permitan que periodistas y observadores informen desde el terreno sin miedo a sufrir represalias que el asesinato de Anna Politkovskaya se produjo su trabajo periodístico de denuncia de las violaciones de derechos humanos cometidas en toda Rusia.
‘Politkovskaya fue objeto de intidación y hostigamiento parte de las autoridades rusas y chechenas a causa de sus críticas contra la política y actuación gubernamentales. Comenzó a escribir sobre el conflicto de Chechenia y el Cáucaso Septentrional en 1999, y desde entonces la detuvieron y amenazaron en varias ocasiones con graves represalias, incluidas amenazas de muerte’. ‘Por denunciar en sus trabajos periodísticos las violaciones graves de Derechos Humanos, la corrupción y otras violaciones de la ley en la Federación Rusa, la tildaron de spatizante de ‘terroristas’ y enemiga del pueblo ruso’, señala AI.
Además, AI asegura que ‘otros periodistas, defensores de los derechos humanos y abogados de la Federación Rusa siguen siendo objeto de ataques, amenazas e intidación, incluidas amenazas de muerte’ de agentes estatales y no estatales.
AI pide medidas concretas a favor de la periodista Fata Tlisova como una de las personas amenazadas, que ‘escribió sobre la situación en el Cáucaso Septentrional para varias agencias de noticias’.
En un comunicado, AI anuncia un homenaje a Anna Politkovskaya el próxo día 7 de octubre, cuando se cumplirá un año de su asesinato, en el que denunciará que ‘hasta la fecha la investigación crinal sobre su muerte muestra que hay escasa voluntad política para poner a disposición judicial a las personas que ordenaron el homicidio’.
AI señala también que los redactores de Novaya Gazeta, en la que trabajaba Politkovskaya, ‘habían expresado a lo largo del año su satisfacción el trabajo realizado el grupo de la Fiscalía General responsable de la investigación del asesinato, pero ahora temen que las personas que ordenaron el homicidio no serán puestas a disposición de la justicia’.
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