El tiempo lo cura todo. La fragilidad de la memoria es el gran mal de la sociedad internacional, un mal del que se aprovechan unos pocos 'espabilados' como Al Gore. Premio Príncipe de Asturias y Premio Nobel, el ex vicepresidente de la administración Clinton se ha subido al carro de la sostenibilidad, cuando probablemente sea el paradigma de todo lo contrario. Mientras tanto, en nuestro país la marca 'Gore' sigue haciendo caja, ya sea vendiendo DVD's o partiendo multillonarias conferencias a 200.000 euros unidad…eso sí, en las que la prensa tiene muy difícil trabajar.
¿Cómo una persona que no respaldó el Protocolo de Kyoto, consume más del doble de energía que una familia media norteamericana al año o que aprobó las invasiones y bombardeos de países como Serbia, Sudán, Irak, Haití o Liberia puede ser proclamada Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y Premio Nobel de la Paz? La respuesta está en ‘Una Verdad Incómoda’, un documental al más puro estilo Michael Moore en el que Al Gore, vicepresidente de la administración norteamericana durante el mandato de Bill Clinton, analiza la actual situación del planeta.
Semejante paradoja, en lugar de provocar el rechazo de las instituciones y de la sociedad en general, ha levantado una conciencia ecológica sin precedentes que se ha traducido en conciertos musicales, conferencias y comercialización de DVD’s. Por cierto, uno de los grandes clientes de Gore es el gobierno español, que ha pagado un presunto sobreprecio de siete euros en las 30.000 unidades compradas a la distribuidora Paramount.
Además, el Gore de Al puso enormes restricciones a los medios acreditados para el evento, como la prohibición de la grabación y filmación de la conferencia, los 5 minutos que tenían los reteros gráficos para desarrollar su trabajo y la no concesión de entrevistas a ningún medio.
Ahora bien, ¿qué es más útil, que la Administración Pública alabe a un político/empresario reconvertido en el espíritu de Janis Joplin o que realmente ponga los medios necesarios para llevar a cabo un desarrollo sostenible del país? Por penoso que parezca, la 'marca Gore' es más mediática que una política en la que se sote de verdad el desarrollo sostenible a través de la innovación no tecnológica, para muchos (como Eusebi Nomen) la gran olvidada, cuyo correcto tratamiento podría suponer un salto cualitativo del PIB español.
Sin embargo, los favores –en forma de euros y/o dólares se pagan con declaraciones, como las que efectuó durante la jornada de ayer en Barcelona, durante la conferencia inaugural del congreso económico Inmas Forum, en las que aludía de forma plícita a unas declaraciones de Mariano Rajoy: el perdedor de las elecciones presidenciales de 2000 frente a George W. Bush se lamentó de la falta de interés de la clase política mundial para luchar contra el cambio clático, especialmente en España, donde 'veo muchos escépticos'.
¿Qué será lo próxo, ver al presidente Rodriguez (¡qué grande Carlos Herrera!) en un concierto mano a mano con Bono (no el de Castilla la Mancha, sino el bueno, el cantante)?
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