Se puede conducir y contaminar menos, y además, el vehículo utilitario no es el peor de los transtes posibles. En este marco, el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) ha organizado un ciclo de conferencias con objeto de informar sobre seguridad y educación vial a los conductores. Por este motivo, el técnico del Departamento de Transte del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), Juan Francisco Larrazabal, visitó las instalaciones del club para hablar sobre la adquisición y el uso eficiente del vehículo turismo.
Los coches nuevos no se parecen en nada a los fabricados hace 15 ó 20 años, algo que los participantes en el seminario constataron, hasta el punto de pedir al ponente consejo sobre la necesidad de cambiar un coche que funciona bien, aunque tiene más de 25 años. Sin embargo, pese a las sucesivas modernizaciones de los vehículos, no ha cambiado el estilo de conducción, que actualmente está desfasado; eso es lo que el IDAE quiere paliar.
Por ejemplo, debe usted arrancar sin pisar el acelerador (no es necesario) e iniciar la marcha inmediatamente, sin esperar a que se caliente el motor. En cuanto pueda, cambie a marchas largas, circulando siempre con la marcha mayor posible: la prera sólo se utiliza para poner el coche en moviento, y a partir de 50 kilómetros hora, ya se puede circular en quinta marcha.
Además, no es necesario cambiar las marchas de forma progresiva, sino que se pueden efectuar saltos, ejemplo, entre segunda y cuarta, entre tercera y quinta o entre cuarta y sexta. Cuanto menores sean las revoluciones (es decir, marchas más largas con el acelerador pisado entre un 50% y un 70%), el consumo es menor.
Por increíble que parezca, también se puede circular sin consumir absolutamente nada: cuando se levanta el pedal del acelerador y el coche continúa en moviento inercia. Esta acción es muy útil, ejemplo, cuando se cierra un semáforo: calculando la distancia y las posibilidades del coche, levantamos el pie del acelerador, dejamos que el coche circule inercia, deteniéndose poco a poco y, antes de que se ‘cale', situamos la palanca de cambios en punto muerto. Sin embargo, sí consume tener el coche ‘al ralentí' o en punto muerto, contrariamente a lo que piensan muchos conductores.
Por otro lado, el IDAE defiende llevar a cabo una conducción de anticipación y previsión, es decir, que nos ofrezca un margen de tiempo de reacción ante un previsto en carretera, siempre con una velocidad constante (acelerones y frenazos consumen más) y moderada, ya que e consumo de combustible crece de forma cuadrática frente a la velocidad. Por supuesto, recordar que en paradas largas (más de un minuto) se debe desconectar el motor.
A este respecto, Larrazábal comentó una anécdota para ilustrar que estas prácticas están generalizadas en otros países europeos, hasta el punto de que los propios peatones llaman la atención de conductores que no las respetan, opinión que fue refrendada Nuria Alonso, directora de Comunicación de CEA y moderadora del seminario, quién afirmó que en el campo de los valores (ecología y respeto, fundamentalmente) España se encuentra ‘en pañales' frente al resto de Europa.
A lo largo del coloquio que se desarrolló después de la conferencia, los conductores asistentes se mostraron sumamente interesados en aprender a conducir de forma eficiente, y expresaron preguntas como la eficiencia del ‘cruise control' (dispositivo electrónico que, una vez programado, mantiene la velocidad constante) frente a la de un conductor experentado o la necesidad de que las marcas ‘vendan' coches ecológicos, y no coches más potentes.
Por todo lo afirmado anteriormente, Larrazábal afirmó en repetidas ocasiones que no se debe demonizar al vehículo utilitario, que no es el peor de los transtes posibles, como se llega a afirmar muy a menudo. De hecho, si mejorase su índice de ocupación (actualmente, cada vehículo tiene 1,3 ocupantes de media), gracias a la libertad y comodidad que ofrece, sería uno de los medios de transte más eficientes.
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