En la Dirección General de Tráfico guardan silencio, pese a que ayer Expansión adelantaba detalles sobre el plan especial de Pere Navarro para ‘pillar' a los coches que circulan sin la póliza obligatoria. Las patrullas de la Guardia Civil tendrán lector de matrículas.
La iniciativa surgió del propio director general de Tráfico, Pere Navarro, que poco antes del verano empezó a sondear a los diferentes organismos que podrían plicarse en esta iniciativa innovadora y cuya puesta en marcha no sólo controlaría a los coches pirata que circulan nuestras carreteras, sino que también tendría efectos disuasorios entre los conductores, que se lo pensarán dos veces antes de ponerse al volante de un vehículo sin la póliza obligatoria.
Varias fuentes nos han contado que el plan inicial presupuestaba la circulación de cerca de doce vehículos de la Guardia Civil equipados con tecnología que permitiría leer las matrículas y contrastarla con el registro del Fichero Informativo de Vehículos Asegurados (FIVA), que se actualiza a diario. Al parecer, quienes trabajan en este proyecto han tenido que lidiar con un problema: transponer los datos del Fichero a los del lector de matrículas, ya que al archivo del FIVA se puede acceder ‘on line'.
El desarrollo de este plan tendría efectos positivos en la reducción de los costes que asume el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) que, además de cubrir, entre otros, a los vehículos rechazados las compañías de seguros, también asume la cobertura subsidiaria de los daños causados vehículos sin póliza. Fuentes de este organismo nos han confirmado que, de momento, no está participando en la puesta en marcha de este sistema, pese a que entre sus funciones también está la gestión del Fichero, al que tiene acceso Dirección General de Tráfico.
La legislación vigente establece que el propietario de un vehículo debe contratar un Seguro de Responsabilidad Civil de Suscripción Obligatoria y en caso de que se sorprenda a algún conductor sin esta póliza se puede inmovilizar el vehículo y sancionarlo con una multa de entre 601,01 a 3.005,06 euros. Si se ha dejado la póliza del seguro obligatorio o el últo recibo del mismo en casa, el conductor deberá abonar 60 euros, aunque si la entidad aseguradora no ha hecho llegar el últo recibo, el conductor dispone de 30 días para presentarlo.
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