La figura del periodista dentro de la Administración Pública sigue siendo un misterio y una interrogante. A punto de cumplir diez años desde su formación, La Asociación de Periodistas de las Administraciones Públicas (ANPAP) no ha logrado que los sucesivos gobiernos reconozcan la figura del comunicador institucional en el organigrama de sus respectivos ministerios. En estos momentos, los periodistas y el Ejecutivo tienen paralizadas las negociaciones. Se esta que existen unos 1.200 periodistas trabajando en la Administración Central en todos sus niveles. ‘La Comunicación Institucional tiene un gran vacío, es una asignatura pendiente y el Ejecutivo debe tomar cartas en el asunto'. Es la reflexión de Casiro López presidente de la Asociación de Periodistas de las Administraciones Públicas (ANPAP), entidad que reúne a más de cien periodistas y que busca institucionalizar la figura del periodista dentro de la Administración Pública. El caso es que esta entidad está próxa a cumplir una década y tras dos Ejecutivos de diferente color político sigue sin conseguir su objetivo.
Casiro López explica que durante este Ejecutivo se han realizado muchas reuniones con el Secretario de Estado de Administraciones Públicas, el Secretario de Estado de Comunicación y que están a la espera de un encuentro con nuevas autoridades, sin embargo reconoce que no se ha avanzado mucho. ‘Este Gobierno ha sido muy receptivo con nuestras demandas, pero muy poco ejecutivo en darnos soluciones reales', afirma López en conversación con PRNoticias.
Hay voces que incluso señalan que la organización se ha vuelto incómoda para el Ejecutivo y que se buscan fórmulas para neutralizar sus peticiones. No obstante, López no cree que el Gobierno apueste esta vía y reitera que han sido muy receptivos, pero poco ejecutivos con sus peticiones. Pero, en concreto ¿qué preocupa a los periodistas de la Administración? La externalización de los servicios, la inexistencia del periodista como figura dentro del organigrama de los ministerios, y las constantes duplicaciones de labores, que se producen con la llegada de cargos de confianza de los Ministros.
En total son casi 1.200 los periodistas que trabajan en la Administración Central, desde Secretarías de Estado, Ministerios, departamentos de publicaciones y organismos oficiales. El galatías se produce que los periodistas no existen como tales en la Administración. Los funcionarios ‘periodistas', generalmente son auxiliares administrativos que han sido destinados a los gabinetes de Comunicación, mientras que los periodistas con categoría ‘laborales', lo hacen mediante la figura de Titulado Superior de Administraciones Públicos.
Esto significa que los gabinetes de prensa tampoco figuren como tales, sino que estén dentro de la categoría de gabinete técnico' del Ministro. Para Casiro López, esto genera dos problemas principales. El prero y el más grave, es la duplicación de funciones que se genera cuando cada Ministro llega con su equipo de confianza, casi siempre un equipo de Comunicación, que se superpone al ya existente en el ministerio.
El segundo problema se presenta a la hora de la formación y la renovación de los departamentos. Al no existir una categoría fija de periodistas, no se pueden realizar cursos de formación ni capacitación específica, ni procedientos coherentes de sustitución ni ingreso de nuevos periodistas a la Administración.
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