El Club Internacional de Prensa entregaba ayer sus premios. Como ya han podido ver nuestros queridos lectores, la gala fue una fiesta de la Libertad, y en ella estuvieron representados, desde los más tantes políticos de la Transición, hasta los compañeros más destacados en los distintos campos del periodismo. No hubo ningún hecho destacado (como punto negro) a referenciar, y sí mucho cariño y ovaciones a los galardonados.
Fueron muchos y muy tantes los invitados al acto presidido el Presidente del BBVA, Francisco González y la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Fueron muchos los invitados, fueron muchos los momentos emotivos… La Junta del CIP y todos los integrantes de este gran Club, estuvieron atentos a todas las necesidades de los convocados, y dejaron pasar alto un protocolo que entre compañeros no debe existir.
El CIP entregó el pasado año unos premios que parecían los últos; mortecinos, aburridos… Ayer, el CIP volvió a nacer, como en sus mejores tiempos, con los mejores, y con el cariño y reconociento de toda la profesión y toda la sociedad.
A los premiados, enhorabuena. Al BBVA y a los organizadores, otra enhorabuena su visión, paciencia y espera… Y a nuestros queridos compañeros del CIP reconocerles la labor de reconstrucción realizada en esa santa casa, que es la de todos los periodistas.
A volar con IBERIA…
