MADRID SE VA

Publicidad
Cargando…
Publicidad no disponible

Es lo que decían hace  un tiempo los nacionalistas catalanes: 'Madrid se va', se escapa la ciudad  y crece y crece, mágica, como la construcción aquella  de  una canción del Cuarteto Cedrón.

 

Leo en La Vanguardia el informe de la Fundación Bofill. Cataluña está en los puestos de cabeza del fracaso escolar. Los catalanes deben de ver con auténtica indignación no exenta de justicia, la situación de Extremadura, donde los Ibarra prometían un ordenador cada niño en las aulas. Luego compraban los PC's con dinero de la solidaridad. Solidaridad, divino tesoro que lo justifica casi todo, sobre todo la siesta bajo el alcornoque y el clientelismo más ineficaz.

 

Es la educación, bécil. Es posible que, como dice Pérez Reverte, este sea un país de analfabetos gobernado sinvergüenzas. Pero quizá no sea tanto lo prero. El voto de muchos, en las próxas elecciones, será para quien lleve  en su programa las dos grandes prioridades de las familias españolas: la instrucción pública, y la economía. Al PP, que ya ha tocado el segundo con una propuesta de rebaja de puestos que tiene irritada a María Antonia Iglesias (síntoma de que han dado en el corazón), le ano a seguir esa senda y abordar  ahora el gran problema de la educación.

 

Al PSOE no le digo nada, que es inútil, y que han tenido cuatro años para afrontar esa cuestión y solo han sido capaces de añadir una asignatura doctrinaria, lo que menos necesitamos en este momento.

Publicidad
Cargando…
Publicidad no disponible
Publicidad
Cargando…
Publicidad no disponible
Salir de la versión móvil