‘Jorge Javier tiene problemas. Está en la cuerda floja. Las cosas no van bien. Ya no se gusta' (leer con acento tomatero). Finalmente y contra todo pronóstico Telecinco ha decidido bajar el telón de Aquí hay Tomate, uno de los mayores engendros de telebasura que ha creado la televisión en este país. El espacio que durante más de tres año lideró todas las franjas de audiencia ha llegado a su fin en el comienzo de su caída. ¿Por qué? El desgaste de un programa que ya no podía reinventarse más sobre sus propias miserias y una competencia que fin comenzó a restarle audiencia. Jorge Javier ha pasado a engrosar las filas del INEM. Hay dos explicaciones muy claras para la caída del Tomate. La prera es la más lógica y tiene que ver con una caída de audiencia que ha pasado de un sólido 21% a un titubeante 18%. Este recorte tiene que ver con un agotamiento de sus seguidores y con la llegada de dos nuevas ofertas televisiva. La prera es el éxito de Sé lo que hicisteis de La Sexta, que paradójicamente hacía una parodia de las parodias del Tomate y que el año pasado ya les recortó algo de cuota.
No obstante, la puntilla definitiva se la ha dado a partir de este año, la llegada de FAMA de Cuatro que junto al espacio de la Sexta ha hecho un efecto pinza sobre el Tomate de Jorge Javier. El programa de baile presentado Paula Vázquez ha cosechado un 12% en sus últas emisiones, unos puntos que vienen directamente del otrora todopoderoso Tomate.
Pero las audiencias no explican sí solas la caída de Jorge Javier y el Tomate. Hay un factor muy tante que tiene que ver con los contenidos del espacio. Su gran fuente de éxito, pero a la vez su perdición. El Tomate históricamente se ha reinventado para hacer apología del mal gusto y se ha convertido en el espacio idóneo donde todo el famoseo local lava sus trapos sucios. Un anal ávido de telebasura, que ya nadie puede alentar convenientemente.
Muchos notaron que en sus últos episodios el Tomate intentó retroalentarse con una espectacular escalada de mal gusto que sorprendió incluso hasta sus más incondicionales. Claramente el momento en que ya no se podía tensar más la cuerda y dónde había que parar para no seguir encharcando más al espacio y en definitiva a la cadena. Y es que el Tomate nunca fue un espacio que gustase a los anunciantes, pero que se mantenía exclusivamente gracias a sus monumentales audiencias, audiencias que este año comenzaron a flaquear.
Hay un tercer elemento que ha forzado la salida de El Tomate y ha sido el claro desgaste del equipo del programa y del propio Jorge Javier Vázquez. Hace unos meses sorprendió a todos con unas declaraciones en que acusó a la competencia de dar drogas a sus presentadores, una clara muestra de que no se sentía cómodo. Jorge Javier también señaló en esa otunidad que sus amigos le atacaban el sólo hecho de ser homosexual. Sin duda una clara muestra de que la autocrítica no va con el popular presentador.
En definitiva, el Tomate baja el telón dejando un nefasto legado televisivo, pero una estela de audiencias millonarias. El mejor ejemplo de la tele no es sinóno de calidad, pero de que tiempos ¿mejores? Ya vendrán. Adiós Tomate. Adiós Jorge Javier ¿O no? Esperemos que Vaslie nos nos sorprenda con un sucedáneo del Tomate para reemplazarle. Esperemos.
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