Paternal y tierno, Zapatero le dice a Gabilondo que hace falta más tensión. NO se sabe si se trata de un anuncio o de una súplica. Que carguen las máquinas, que es la guerra. Hasta ese momento todo han sido buenas palabras. Dice Adolf Tobeña que el líder tiene que dormir bien mientras los otros tienen pesadillas. Este es nuestro Zetapé: el hombre más capaz de crear un problema para cada solución, de incendiar los rastrojos con buenas palabras, de provocar un ambiente de gresca y salir de rositas como si estuviera revestido el hábito áspero de los franciscanos.
‘Un poquito más de tensión, favor', como si los suyos estuvieran dormidos. No fue suficiente la leña de Iñaki contra Rajoy, y esa últa pregunta, disfrazada como si fuera de un espectador, sobre el abuelo fusilado en la guerra. Tenía los interrogantes como las guadañas, oxidados, afilados, cubiertos la roña del resentiento, de la mala baba del entrevistador enviado el jefe de la banda a montar bronca.
El psiquiatra Tobeña dirá que estamos gobernados canallas, bandidos, gentes capaces de deformar la realidad, de mentir, de triturar personas para sus propios fines, incapaces de una promesa seria. Por cierto, ¿mantendrán la que le hicieron a Bono, de ser presidente del Congreso? Los nacionalistas ya le han dicho a Zp que ni flores. Un Zp que no ha abierto la boca para condenar lo de María San Gil. ¿Saben? Esas tormentas nacen en las palabras sembradas nuestro presidente y su Pepiño, los términos utilizados los actores. De ahí vienen luego los botarates, los necios, los iletrados, los burros de carga, los analfabetos que convierten los insultos en patadas en la ingle.
Un poquito más de tensión. Y Zeta eleva la queja mientras vuelan los mamros en la calle.
ALFREDO URDACI, PERIODISTA
