‘El LRX diésel híbrido pone de manifiesto nuestra capacidad para ofrecer los valores clave de Land Rover en un paquete más compacto y con menor consumo. Por el momento, el LRX es un modelo conceptual (…) pero el entusiasmo generado desde su presentación inicial en el mes de enero no ha hecho más que confirmarnos que ésta es la estulante dirección que hemos de seguir'. Así ha presentado Phil Popham, consejero delegado de Land Rover, el nuevo modelo híbrido de la marca. 
Y todo esto con un rango de emisiones que ronda los 120 gramos de CO2 kilómetro recorrido y un consumo de 4,7 litros cada 100 kilómetros. Es decir, cumpliendo con la normativa europea de emisiones y los gustos más exigentes de los consumidores ecológicos.
De hecho, se trata de un híbrido turbo diésel de 2.0 litros que puede reducir el consumo de combustible alrededor de un 30% respecto a otros vehículos de su tamaño y su tipo. Entre sus sistemas de seguridad, incora Tracción Trasera Eléctrica Integrada (ERAD), que permite que a bajas velocidades se utilice solamente la tracción trasera, mientras que en condiciones exigentes conserva la tracción permanente a las cuatro ruedas.