El conflicto de Ediciones Zeta se ha resuelto en un tiempo record de siete días. Una clara muestra de que la empresa no quiere problemas de cara a las negociaciones que mantiene con los cuatro interesados ingresar al grupo. Zeta ha puesto al mando de las conversaciones a Román Merino, encargado de RRHH y a José Luis García, Director General de Ediciones Zeta. Merino y García son los dos personajes que hasta el momento no habían intervenido en este conflicto y que generan algunos anticuerpos entre los trabajadores.
Los trabajadores de las revistas Tiempo e Interviú han puesto fin a siete días de movilizaciones, tras alcanzar un acuerdo con la empresa el pasado vies. Fuentes sindicales han comentado a PRNoticias que se ha acordado la firma del nuevo Convenio Colectivo con una subida del 2,35% en sus salarios, la misma cifra prometida la empresa en verano pasado, pero que posteriormente fue retirada de la mesa de negociaciones, ya que los sindicatos tardaron en dar respuesta. De esta manera, también se ha logrado una subida lineal del 0,40%.
Finalmente la huelga duró siete días, lo que para sus organizadores demuestra la fortaleza del músculo sindical de Ediciones Zeta. Fuentes sindicales contactadas PRNoticias han destacado la gran cantidad de muestras de apoyo de todo el grupo y se muestran a la expectativa de lo que pueda pasar con la venta que con toda seguridad se decidirá en las próxas semanas. ¿Es la huelga de Tiempo e Interviú una previa de la respuesta de los sindicatos a la futura venta?
En los sindicatos y en la empresa insisten en desligar los dos conflictos, aunque está claro que los trabajadores han demostrado su fuerza de movilización y su capacidad de resolución en pocos días. Es ello que otra de las lecturas de la huelga esté relacionada con el nivel de interlocutores que los trabajadores de Ediciones Zeta tuvieron durante el breve conflicto. Al mando de las negociaciones se situaron Román Merino, director de RRHH del Grupo Zeta y José Luis García, Director General de Ediciones Zeta, dos pesos pesados dentro del equipo directivo y miembros de la vieja guardia de Antonio Asensio padre.
Incluso algunos trabajadores han comentado a PRNoticias su sorpresa al ver a estos dos directivos involucrados directamente en las negociaciones, ya que hasta hace unas semanas no eran los interlocutores habituales. Y es que tanto Merino como García, generan muchos anticuerpos entre los trabajadores. Merino es uno de los pesos pesados en las negociaciones para la venta de la empresa, lo que pos sí sólo genera anticuerpos en sus trabajadores, que piden información sobre el proceso, pero que no obtienen soluciones.
José Luis García es su parte un personaje al que los trabajadores culpan de la compleja situación financiera de la empresa (Ediciones Zeta). García, vinculado a Grupo Zeta desde hace casi treinta años ha desempeñado numerosas responsabilidades en la compañía, con categoría de director general en las áreas de Servicios Corativos, de Multedia, de Revistas y de Ediciones B, la editorial de libros del grupo. Anteriormente fue director de la sucursal madrileña del Banco Industrial de los Pirineos, un cargo que le retó más de algún problema judicial.
García Yáñez fue acusado en 1996 de estafar con cerca de 200 millones de pesetas durante los meses anteriores a la suspensión de pagos de la entidad financiera, en 1981. Para lo que el fiscal de esa época pidió seis años de cárcel. Finalmente fue absuelto de responsabilidades.
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