‘La transexualidad no es necesariamente una enfermedad y, menos aún, una enfermedad mental', asegura la sexóloga Miren Larrazábal, presidenta del Comité Científico del Congreso Español de Sexología, que tendrá lugar del 17 al 20 de abril en León.
La aclaración es tante que, como denuncia esta experta, ‘en estos momentos, y a pesar del avance que ha supuesto la Ley Reguladora de la Rectificación Registral de la Mención Relativa al Sexo de la Personas, sigue siendo prescindible el diagnóstico de disforia de sexo para que se acepte un cambio de sexo en nuestro país'.
Aunque frecuentemente se confunden, la transexualidad y la disforia de sexo aluden a dos realidades distintas. El término transexualidad indica una tendencia a no asumir el género asignado en el naciento, mientras que la disforia de género indicaría que dicha valoración genera en el sujeto alteraciones emocionales.
‘No todo transexual padece disforia; sin embargo, la Ley señala que si el transexual no presenta disforia no puede modificar su adscripción de género ni puede ser atendido para modificar su deseos de cambio de género', denuncia Miguel Ángel Cueto, sexólogo del Centro Psicológico de Terapia de Conducta de León y presidente organizador del Congreso Español de Sexología. Sin duda, añade, ‘se está favoreciendo una patologización de dichas personas que, en vez de ser derivadas a psicólogos, se orientan a psiquiatras directamente, con lo que se presupone una valoración patológica de antemano'.
La transexualidad consiste en una disociación entre el sexo genético, gonadal y fenotípico, y el sexo psicológico o identidad de género. Son personas que no se identifican con el género que socialmente se corresponde con su sexo biológico de naciento. Por extrapolación de estudios de otros países, se calcula que habría unas 2.600 personas transexuales en España (1.800 de hombre a mujer, y 800 de mujer a hombre); de éstos, tras un adecuado proceso diagnóstico, serían candidatas a cirugía unas 500 personas.
Esta controversia será uno de los temas estelares que se abordará en el Congreso Nacional de Sexología. La reunión contempla un programa científico multidisciplinar, donde se incluyen sesiones y talleres que aluden tanto a aspectos relacionados con la salud, como con el erotismo y la sexualidad o los problemas cotidianos de las parejas homosexuales. Asismo, el crisol de expertos que cada dos años se reúnen en este Congreso asegura la revisión de una amplia gama de aspectos relacionados con la salud sexual, así como con el fomento de la educación en el respecto la diferencia y en la mejora de habilidades de seducción y de relaciones sexuales.
El Congreso está organizado CEPTECO (Centro Psicológico de Terapia de Conducta) de León, la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) y la Asociación Española de Especialistas en Sexología (AEES) y se espera una asistencia de cerca de 500 personas, procedentes de áreas educativas (profesores, educadores, instituciones educativas, expertos del Ministerio de Educación y de Consejerías), de salud (expertos del Ministerio de Sanidad de política sanitaria, sexólogos, médicos, psicólogos, personal de enfermería…) y de asociaciones de minorías (transexuales, homosexuales, paralíticos cerebrales…). En el marco de este Congreso también se celebrará el VII Encuentro de Teléfonos y Asesorías de Sexualidad y el IV Encuentro Iberoamericano de Profesionales de la Sexología.
