¿Cuál es el límite a la libertad de expresión?

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¿Donde termina la libertad de expresión de ideas? La barrera es sutil, y su uso puede ser más o menos acertado. Mientras en Holanda ayer se cerraba una página web mostrarse crítica con el Islam, hoy, en Alemania se presenta un cómic para adolescentes cuyo fin es prevenir las ideas xenófobas contra los musulmanes. Los medios de transmisión de ideas se multiplican, la cuestión es el modo de utilizarlos.  

En un momento en el que la libertad de expresión se encuentra en tela de juicio. Cuando la tecnología permite mayores posibilidades para expresarse, parece que mayores litaciones se encuentran. RSF viene denunciando los regímenes políticos más duros con la libertad de expresión, países como Irak, o China sobre todo en estas fechas, que se muestran más censores sobre las ideas que transmiten los profesionales de la información, los bloggers o disidentes en general. El pasado 12 de marzo se conmemoraba el Prer Día Internacional sobre la Libertad de Expresión en la Red, diversas campañas tuvieron lugar para conmemorarlo.

Pero, ¿cual es la barrera? ¿Dónde situar el límite entre libertad de expresión o enfrentamiento? Ayer la web en la que Geert Wilders, un diputado de extrema derecha holandés iba a difundir un corto en el que se mostraba el Corán como una fuente de inspiración para el terror y la violencia entre otras razones los asesinatos de políticos a manos de extremistas, fue clausurada las autoridades como medida de prevención. El anuncio de dicha emisión había dado lugar a amenazas parte de fanáticos islámicos y ese motivo la Comisión Europea litó dicho acceso.

Así las cosas, el Estado alemán intenta suavizar el ambiente con otro medio de difusión, el cómic. De este modo, se ha presentado una campaña dirigida a adolescentes de entre 12 y 16 años con el objetivo de prevenir la proliferación de ideas xenófobas contra las comunidades musulmanas y alertar a estas mismas comunidades de la presencia de grupos radicales que captan a miembros cada vez más jóvenes. La novedad de la idea es que en vez eslóganes o charlas en escuelas, los promotores de la campaña han ideado un cómic en el que el personaje principal, un chico de 15 años llamado Andi, se da cuenta de que el hermano de su novia musulmana ha caído bajo la influencia de un án de ideas radicales.

Un personaje que ya fue utilizado en otras campañas con anterioridad y que obtuvo gran acogida, ejemplo en 2004 cuando se utilizó contra las ideas de extrema derecha en el Estado germano de Renania del Norte Westfalia.

El fin de la web holandesa: advertir y alentar el odio; es una manera de expresión. El fin del cómic: fomentar la convivencia pacífica entre las distintas comunidades religiosas, otra forma de expresión.

Seguiremos Informando…

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