La condecoración le ha sido otorgada hoy en el marco del XI Festival "Jóvenes Tocados la Publicidad" de la Universidad Antonio de Nebrija que le reconoce sus más de 35 años de experiencia.
Stanley Bendelac ha recibido esta mañana, de manos de los alumnos de quinto curso de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad Antonio de Nebrija, el premio a la Mejor Trayectoria Profesional en el ámbito de la publicidad. Este galardón viene a reconocer los más de 35 años que Bendelac ha dedicado al mundo de la publicidad, un sector en el que, según comenta, "lo que cuenta son las personas y las ideas".
Diplomado en Empresariales HEC (Hautes Etudes Commerciales) de París, Bendelac fundó Delvico en 1970, con tan sólo 29 años. En ese momento tenía tan sólo un cliente, Citröen, que lo fue durante más de una década.
Padre de grandes campañas de publicidad como "Hacienda somos todos" o "Libertad sin ira", que propuso el creativo Rafael Baladés cuando trabajaba en Delvico, Bendelac trabaja actualmente como conferenciante, asesor y consejero independiente. Autor de "Nunca tires la toalla", Bendelac relata en este libro quince historias del mundo de las multinacionales de publicidad que transcurren en Madrid, Barcelona, Helsinki, Lisboa, Miami, Nueva York, Johannesburgo, París, Buenos Aires o Londres. Es un libro en prera persona, en el que Bendelac parte sus enseñanzas y recuerdos en clave humanista.
Para Stanley Bendelac existen, al menos, 7 reglas de oro para aplicar no sólo al mundo de la publicidad sino también a todas las esferas de la vida:
Ser auténtico vende
Lo tante no es cómo caes, sino cómo te levantas
Hay que saber reconocer cuándo hay una otunidad. Y, sobre todo, nunca, nunca, dejarla pasar.
No dejes las decisiones difíciles para el últo momento
La brillantez de una idea nunca debe ganar la partida al análisis riguroso de los pros y de los contras.
Lo tante es vislumbrar la otunidad que se deriva de un problema.
Cuando estás en un momento en que te la juegas y tu razón no sabe aconsejarte, deja que tu intuición funcione. Haz caso a las emociones.
