‘La radio está intoxicada por la opinión’

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El próxo mes de mayo la Universidad CEU San Pablo presentará el libro 'Nuevas perspectivas sobre los géneros radiofónicos' escrito cinco profesores de la facultad. prnoticias ha conversado con uno de ellos, Mario Alcudia, coordinador del estudio, quien nos ha trasladado su punto de vista sobre la realidad y la calidad de la radio en la actualidad.  


¿Cómo surge la idea de escribir un libro sobre los géneros radiofónicos?

Nace de un proyecto de investigación de 2004. Comenzamos un modelo precompetitivo para poder aspirar a ayudas económicas y encuentros con otros periodistas. Entonces comenzamos a pensar en que la clasificación que se había hecho hasta ahora de los géneros no coincidía con lo que es la realidad de la profesión. Por eso, lo que hemos hecho es partiendo de los géneros periodísticos conocidos considerados más bien de redacción radiofónica hemos intentado hacer una nueva clasificación partiendo de la realidad profesional. Cómo se hace radio hoy en día.

¿En qué consiste dicha clasificación?

A partir de la observación de la realidad profesional, nosotros elaboramos nuestro trabajo. Tenemos el género como lo general, y dentro distintos formatos. Distinguos siete grandes géneros, los informativos, los detes, los dramáticos, musicales, los programas de participación de la audiencia, el magacine y la publicidad. Dentro de cada uno de ellos habría diferentes formatos, como ejemplo una crónica o la noticia, que podría adaptarse a cada uno de ellos.

¿Son muy diferentes los géneros definidos de los que conocíamos tradicionalmente, y de otros sectores o medios?

Sobre todo en el género estás hablando de la noticia, pero la noticia no es un género en sí mismo. Da igual que sea prensa o radio. Cambia el lenguaje, pero lo que nosotros entendemos que tiene que cambiar es la clasificación, que el medio es diferente.

¿Cómo os ponéis de acuerdo para abordarlo los cinco escritores que firmáis la obra?

Pues nos costó. Lo que pasa es que después de observar como te he dicho qué se estaba haciendo en la radio, decidos que teníamos que delitar el campo. Entendíamos que la clasificación que había hasta ahora no era adecuada. Teníamos que distinguir los grandes géneros y ver cómo encajar lo que hemos llamado formatos o subgéneros.

¿De qué parte se ha ocupado cada uno de los autores?

Una de las más complicadas el ponernos a todos de acuerdo lo ha hecho José María Legorburu, el director departamento de comunicación audiovisual y nuevas tecnologías. Él ha diseñado la razón de ser, lo que justificaba el estudio y más tarde también los programas de participación de la audiencia. A partir de ahí, de los dramáticos y musicales se ha ocupado Miguel Ángel Nieto, en mi caso he abordado los informativos y programas de detes. El magazín le ha tocado a Consuelo Sánchez Vicente, y Julia González Conde ha abordado la disyuntiva de la publicidad.

¿Qué conclusiones más reseñables habéis obtenido?

De las claves del magacine ejemplo, la figura que representa el conductor, quien le inflige su personalidad. No se han tenido en cuenta las audiencias. Los programas, los contenidos son calcos de una emisora a otra, excepto la figura de ese personaje. Pero el formato si es igual. Y el peso ideológico de los grupos propietarios prevalece sobre la información.

¿Y González Ferrari, cómo se involucra en el proyecto?

Es profesor también de la facultad. Le planteamos a Javier el proyecto que estábamos preparando y estuvo encantado de escribir el prólogo de este manual.

Respecto a cada uno de estos géneros. Algunos están obsoletos. ¿Los dramáticos se siguen practicando hoy en día?

Se están recuperando en parte. Se descubrió en su momento que era un género costoso, que la dificultad del montaje, los actores, y la rapidez que exige la radio, condujo a que se convirtiera en un género en desuso. Sin embargo hoy parece que se apuesta de nuevo ellos. Por ejemplo podemos observarlo en la COPE, como en La Mañana de Federico Jénez o La Tarde de Cristina López donde se hacen recreaciones de la realidad con ese punto de dramático.

¿Los más famosos fueron los de RNE?

Uno de ellos, si. O ejemplo el cuadro de actores de Cadena Ser, auténticos maestros como ‘Matilde, Perico y periquín'.

¿Cómo valoras el panorama radiofónico nacional? ¿Qué tipo de periodismo se practica?

Se trata de un periodismo intoxicado la opinión. El oyente ya no se puede enfrentar a la radio de un modo aséptico. Nunca se ha podido, en realidad no se puede, pero ahora cada vez menos. Por la pertenencia de los medios a los distintos grupos empresariales que cada vez ejercen más presión. Lo que sucede es que la radio que tenemos hoy día es una radio de extremos. No hay posiciones neutras.

Se dice que es eso precisamente lo que busca el oyente. ¿No estás de acuerdo?

Yo creo que no, que el oyente no tiene capacidad de decisión con lo que no le queda más remedio que asumir lo que se le ofrece. Como en la TV, aunque en este caso el daño es mucho mayor. En radio, al oyente se les está ofreciendo un modelo de programación de iguales contenidos, programas calcos de una emisora a otra…

¿Nos dirigos inevitablemente a un modelo de radio de opinión?

Los estudios de audiencia lo que están demostrando ahora mismo de la radio generalista es que el oyente no respalda los contenidos que se emiten. La audiencia de este tipo de radio está debajo de la radio temática. La tendencia que se atisba de continuar como hasta ahora es que desaparezca la generalista como tal. El oyente busca una ‘radio bajo demanda', el podcasting: elegir escuchar mediante menú lo que te interesa o no, y saltar de algún modo, lo secundario.

¿Por qué aún no se ha dado el paso a la radio digital?

Yo creo que dos motivos. Desde el punto de vista europeo no entramos en una apuesta clara con el tema de transmisión digital; habíamos desarrollado el tema del DAB pero se ha paralizado, para desarrollar el RM. Nadie se atreve a decantarse la dirección más adecuada. El tema de los receptores es otro aspecto. El elevado precio como un receptor de 200 euros para RM o casi 600 para DAB, desmotiva al consumidor.

¿Cómo valoras el panorama publicitario de la radio española?

Sobre todo, la gran carencia que tiene la radio es que no se puede mostrar el producto. El oyente tiene que fiarse de lo que le cuentas. La creatividad publicitaria aunque se intenta desarrollar es mína. En muchos casos, al margen de las grandes marcas, se hace una publicidad aún de los años 60'. La idea es que la publicidad cambiará en la radio cuando se pueda enseñar el producto.

Pero eso solo sería posible en la radio Intet, ¿no?

Si además puedes apoyarla con banners… De este modo, la publicidad de este medio, se situará al nivel de los demás. La venta de publicidad se incrementará. Aunque aún hay ciertas prebendas.

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