Últamente, debido a las altas cifras de siniestralidad, que siguen aumentando, se han redoblado los esfuerzos para mejorar la seguridad de las motos. En vías interurbanas, la reivindicación está clara: sustitución de los guardarraíles, que en caso de colisión actúan como una cuchilla sobre el motorista; en la ciudad, sólo sabemos que se debe mejorar la visibilidad de las motos, pero ¿cómo? El Ayuntamiento de Barcelona ha ideado una solución y preducacion vial te la explica.
Uno de los momentos más peligrosos es la salida de un semáforo en rojo, en cuya línea de detención se mezclan vehículos de cuatro ruedas, con más facilidad para arrancar prero, con vehículos de dos, que serpentean entre los preros para acercarse más a la línea y adelantar a los automóviles.
Así, en el momento en el que el semáforo se ponga verde, las motos, que al situarse delante de los automóviles aumentan sensiblemente su visibilidad, saldrán antes que éstos, evitando problemas de confluencia entre ambos.
La iniciativa, creada y puesta en marcha de forma conjunta con el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), será vigilada cámaras en todos los lugares en los que se ha instalado, con el objetivo de comprobar si se produce un cambio de comtamiento en los conductores y, después, se estudiará su instalación en otros puntos de la ciudad.
Aunque el sistema parece práctico, no ha sido objeto de una buena campaña informativa entre los barceloneses, muchos de los cuales a día de ayer, cuando se puso en marcha, no sabían dónde cruzar la calle (peatones) ni donde situarse (automovilistas y motoristas).
Además, parece que el parecido de la rejilla con la señal horizontal que indica la prohibición de detenerse en medio de una intersección (también una rejilla amarilla) para evitar atascos está resultando confuso para los conductores de uno y otro vehículo. Habrá que esperar para ver qué ocurre cuando todos los usuarios de la vía se acostumbren al sistema y conozcan su uso.
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