Desde su llegada a nuestro país, en 2005, Philippa Rodríguez ha tenido la dura misión de ‘sanear' AstraZéneca España. El punto final ha llegado con los 132 despidos comunicados el mes pasado, aunque no han sido los únicos desde que llegara la presidenta. La industria farmacéutica está atravesando momentos difíciles y AstraZéneca no se ha librado, a pesar de ser quinta en el ranking mundial en investigación y desarrollo.
En estas circunstancias es difícil, no decir posible, ganarte el cariño de los trabajadores, y Philippa, una vez terminada su misión, volverá a Inglaterra, donde tomará posesión de su nuevo cargo como Consejera Delegada de AstraZéneca Reino Unido, el próxo 1 de junio.
Su cargo lo ocupará Paul Hudson, actual Director de la Unidad de Negocio de Atención Praria del Reino Unido, que se encontrará con una empresa ‘saneada' que puede enfrentarse a un mercado en crisis durante al menos unos años. Será tanto un buen presidente, que los buenos o malos resultados, no dependen sólo de la gestión, sino de las circunstancias de cada momento. A Philippa, le ha tocado un momento difícil, en el que ha tenido que actuar con mano dura y se ha hecho merecedora del apodo ‘La Dama de Hierro'.
Los trabajadores saben que ha hecho un gran esfuerzo en mejorar los resultados de la compañía, y valoran positivamente los acuerdos que firmó para evitar el comercio paralelo. Sin embargo, creen que se ha actuado de manera poco comprensiva con los trabajadores prejubilados, que serán los más afectados el ERE.
Ayer, en los pasillos del Hotel Meliá Avenida de América, fueron muchos los que mostraron su sorpresa e indignación al conocer que se había contratado los servicios del prestigioso despacho de abogados Garrigues. Y no que duden de su profesionalidad, splemente que en épocas de crisis hay que ahorrar. Habiendo un Departamento Legal y otro de Recursos Humanos en AstraZéneca, hay quien se pregunta para qué sirve una empresa externa…
Ahora, Philippa vuelve a su país natal. ¿La habrán contratado para otro ‘saneamiento'?
A los trabajadores no entienden que se hayan contratado los servicios de Garrigues, prestigioso despacho de abogado, conocido su experiencia en ERES, pero también sus elevadas minutas. Consideran que, dado que existe un departamento legal y otro de RRHH en AstraZéneca, se hubieran ahorrado costes (que para eso estamos en crisis) si se les hubiera encargado a ellos el pre acuerdo.
