Es tradición que la Dirección General de Tráfico abra al tráfico las autopistas de peaje en casos en los que se prevén grandes embotellamientos, como la operación regreso de un puente o unas vacaciones.
Por eso, no es raro que ayer decidieran abrir de forma gratuita las radiales R4, R5 y R12 de Madrid para paliar las consecuencias de los cortes de carreteras efectuados los transtistas en huelga, que desde el lunes ha causado tantes retenciones en los accesos a todas las grandes ciudades.
Pero podría ser peor: se teme que los huelguistas intenten llegar a la M30 madrileña, lo que significaría un colapso absoluto de las comunicaciones en la capital.