Pere Navarro lo afirmó hace tiempo: ‘puede que sea legal' pero denota ‘falta de respeto hacia la vícta y de sensibilidad'. ¿Se ha puesto de moda que el responsable de un accidente le pida a la vícta o a sus familiares una indemnización los daños materiales del vehículo? Lo vos con el caso Enaitz, volvos a verlo hace poco con la conductora vallisoletana que pedía dinero a los padres del niño al que había atropellado y con ahora el conductor del camión contra el que colisionó el autobús de aficionados del Recreativo de Huelva en 2006. ¿Es esto legal? Sí. ¿Y lícito? Ahí es donde entra la conciencia de cada uno…
El prero fue el conductor del Audi que atropelló a Enaitz Iriondo, de 17 años, el verano de 2004. Según las investigaciones, el joven, que falleció en el accidente, se había incorado a la vía de forma correcta, mientras que el vehículo circulaba a mayor velocidad de la permitida. Esto no fue obstáculo para que el automovilista pidiera 20.000 euros a los padres de Enaitz los daños que el atropello causó en su vehículo, petición que finalmente retiró debido a la presión social y mediática que se generó en su contra.
El caso sentó un precedente y el pasado mes de octubre una conductora vallisoletana atropelló a un chaval de 14 años (el cual, afortunadamente, sólo sufrió heridas de diversa consideración) cuando circulaba en bicicleta la capital castellana. Posteriormente, decidió pedir a sus padres una indemnización de 827 euros la reparación del faro, el retrovisor y parabrisas, dañados en el siniestro.
En este caso, el atestado concluyó que la culpa había sido del ciclista lo que la familia tuvo que hacerse cargo de la indemnización, pese a que son extranjeros y el cabeza de familia estaba en el paro.
Ahora, el conductor del camión contra el que chocó un autobús de aficionados al Recreativo de Huelva el pasado 2006 ha pedido, también, responsabilidades, auqnue las investigaciones han concluido que el camionero circulaba a más velocidad de la permitida y no había respetado los tiempos de descanso obligatorios, además de llevar el tacógrafo manipulado. Todo ello habría provocado el el accidente.
Sin embargo, los informes también señalan que el conductor del autobús sufrió algún tipo de distracción, ya que no realizó maniobra alguna para evitar la colisión con el vehículo accidentado, que según las investigaciones, había chocado alrededor de cinco minutos antes y era visible a una distancia de 30 ó 40 metros. Finalmente, fallecieron cinco aficionados que viajaban en el autobús siniestrado.
Según el director general de Tráfico, Pere Navarro, estamos ante comtamientos propios de una sociedad donde ‘todo es dinero' que, aunque son legales, ‘existe hacia ellos un rechazo social y, desde luego, son contrarios a cualquier principio que inspira la Seguridad Vial'.
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