Lleva 20 años haciendo información, muchas veces desde el Congreso de los Diputados, y siempre relacionada con la política, desde las tropelías de Juan Guerra (el Hermaníso de Alfonso) hasta el relevo en el PP que retiró a Manuel Fraga para dar paso a José María Aznar. Pero, siento decirlo, últamente está patinando. Mucho. Quién te ha visto, Blay, y quién te ve… Entiendo que de algo hay que vivir y que a veces se pone un periodismo más sectario de lo que uno mismo quisiera, y hasta estoy dispuesto a solidarizarme con él que en ocasiones hay que firmar noticias que sonrojan al más pintado. Pero esto, no tiene pase.
Desde que Eduardo Zaplana fichó Telefónica, hará un par de meses, Juan Antonio Blay no tiene otra obsesión que torpedear el nombramiento con informaciones y argumentos tan pobres y tan sectarios que hacen olvidar su digna trayectoria anterior. Ahora escribe en medios valencianos, en Levante y en Información, concretamente, y se le ve tanto el plumero, y es tan claramente la voz de su amo, que, insisto, pone a uno colorado cuando lo lee.
Esta semana le ha dado con que Zaplana autorizó, cuando era ministro de Trabajo, hace cinco añitos de nada, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Telefónica. Lo que no dice es que cuando una compañía propone una medida de este tipo, convenientemente explicada, justificados los motivos, respetados los derechos de voluntariedad y no discrinación de sus trabajadores, y, sobre todo, pactado hasta la últa coma con los sindicatos, el ministro de Trabajo, el que sea, del color y el signo que sea, poco más tiene que hacer que autorizarlo.
Ahí queda.
A volar con IBERIA…
PEDRO APARICIO PÉREZ
DIRECTOR DE PRNOTICIAS.COM
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