LOS MIEMBROS…

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El otro día escuché con sorpresa, estupefacción o llámele usted como quiera, a una de nuestras ministras que de pronto, soltó un ‘palabro' que no encuentro en el diccionario de la RAE. La dama en cuestión se arrancó como dicen los chulapos diciendo,  ‘los miembros y las miembras'… y se quedó tan ancha. Debe ser que  Teresa, con tal de aleccionar al personal entrante, y visto que lo que se lleva es ponerle categoría masculina o femenina al término que sea, hizo que esta pobre mujer lo soltara sin piedad, dejando al personal, como diría Gila, sin palabras ante tal palabro.

No voy a ser ruin que no es mi estilo, ya lo saben, y tampoco quiero que a los periodistas nos tilden de carroñeros, así que en este medio tan respetable no diré el nombre de la señora, pero convendrán conmigo que el lapsus linguae, que entiendo que así fue, merece cuanto menos una reflexión. También deduzco que para ser ministro, o ministra, que ministre no existe, tiene que tener usted, entre los escuchantes o ‘escuchantas', a los miembros delante para que cuando usted hable horas y horas, no se le escapen palabros y palabras… Las miembras, a lo mejor le dan un palo al escuchar tal denominación, y el resto de los señores, y señoras, que escriben en los medios, o las ‘medias' a lo peor, la tildan de payasa, que ese término si existe.

Como verán, el femenino, no entra en algunos escalafones de la realidad española, aunque desde que las familias tienen niños y niñas, los maestros son maestros y maestras y así un retahíla que no nos permite pecar al hablar, los miembros y miembras del gobierno, deberían decirle a José Luis, qué se tiene que soltar el discurso, o ‘discursa', ya que estamos,  dependiendo del grado de fuerza social que se quiera dar. Es decir, si se sueltan las palabras con poderío en ambos términos, a los congregados al acto, les suena sinóno de garantía social, de fuerza para las damas, que tú lo vales, como diría L´oreal y así, desde que en el gobierno hay más miembras que miembros, sacamos la huelga a paseo, que no es lo mismo que pasea… que la huelga de lo que sea, no se pasea sola. De los tractores, a los barcos, luego los camiones, y ahora, quieren también sumarse los taxistas. Nos quedan los aviones pero todo se andará.

El asunto va a mayores y lo que suponía un final de mayo tormentoso con aguas para nuestros pantanos y sin trasvases que realizar, nos augura un comienzo de verano espantoso. Las ‘personas humanas', otra acepción que no paro de escuchar están perdidas ante la búsqueda de un cartón de leche, diez litros de gasolina o un kilo de peras conferencia. El ciudadano no ve que el gobierno da respuesta a los medios que en continua guerra sueltan titulares que explican la situación pero acallan la realidad que desde la Moncloa está terminantemente prohibido hablar de crisis. Resulta que el término desaceleración es lo que tiene usted cuando en vez de ir zumbando al súper del barrio puede ir tranquilamente paseando que en las estanterías, no hay crisis, pero tampoco leche. No hace falta ir acelerado que no encontraremos aglomeración de gentes. ¡No sé cómo se dice en femenino, cierto!

Para que todo no sea tristeza en la exposición de ésta, nuestra comunidad, y haciendo honor a lo que alguna vez Juan Cuesta nos explicó con gracia, les diré que estamos a punto de inaugurar la Expo de Zaragoza, la que brinda al agua una otunidad y nos explica a las personas, y a los ‘personos' que el agua es sinóno de vida y tanto, hay que cuidarla. Tanta, que en algunas poblaciones han salido en bote. Como dirían las abuelas, ‘tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe'.  Esperemos que José Luis, Teresa, Beatriz, Carme, la mujer que perdió la ene al ser nombrada ministra de Defensa, y el resto de las ‘miembras' y miembros del gobierno, le den solución a algo que han llamado con un término eufemístico ‘desaceleración'. Para la presidenta de la Comunidad de Madrid esto es algo más que una crisis en un país y ha dicho en voz alta que el gobierno de la nación debería dar una explicación. Eso lo pensamos todos, y todas, no se crean, y mientras tanto, a esperar a los barones de Mariano a ver si se hacen con un sitio y empiezan a estar en el ‘candelabro' para contraatacar a lo que se supone que es el gobierno de la nación ya que ellos eran la oposición. Claro está, que para ello, tendrán que ponerse de acuerdo los varones, con uve, que varonas, mire usted, no lo leo bien.

Además sepa usted, querido lector, que desde hoy todo es felicidad ya que puede adoptar el término paternidad o maternidad si es pareja del mismo sexo. Se va a adecuar la legislación para que queden reconocidos todos los derechos de los homosexuales que para ello tendrán un hijo pero serán dos padres o dos madres, que con una, a los del siglo pasado no nos fue suficiente. Si hay desaceleración con una madre, usted tendrá otra de repuesto, y así, con los padres… ¡que guay!

Menos mal que hay diarios digitales como Pr Noticias que llaman a las cosas su nombre, que no ‘nombra' y nos dejan expresarnos, cuentan la verdad con afán y procuran que se sepa lo que no se dice, que si no, si esperamos a Zapatero, o a que el tavoz del gobierno nos cuente la película, matamos a los indios y todavía no sabemos dónde han venido. Llamaré a ‘Jilary' para que se venga a esta España nuestra a ver si entre Bibí, Tere, Carme y toda la pesca, la hacen un hueco y  ella les dice cómo Obama se hizo con la silla… y la aceleración del país más poderoso del mundo.

Bueno, la periodista, o el ‘periodisto' de turno intentará  buscar dicha acepción en el diccionario, que no es lo mismo que ‘diccionaria', eso si, depende, de quién busque el término. Si es usted, miembro, o si es usted, miembra…

En vez de ‘Ole y ole', diré, ‘ole y ola', y así estoy en el ‘candelabro' de los que escriben con su SMS… con dos cojones, como dirían los fallecidos, Umbral, Campmany o Cela.

ANA DE LUIS, DIRECTORA '¿QUÉ DICEN?'

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