Apenas tienen presencia en las zonas urbanas, pero lo cierto es que en el campo los tractores agrícolas son un vehículo más, con el que los automovilistas deben convivir tanto en carretera como dentro de la población. ¿Son los tractores las víctas o los culpables de los siniestros en los que se ven plicados? Lo cierto es según los datos de los que disponemos en preducación vial, la segunda opción es muy común: casi la mitad no cometía ninguna infracción.
Según las cifras del anuario estadístico de la Dirección General de Tráfico (DGT) referidos a 2006, los últos oficiales de los que dispone, del total de 366 conductores de vehículos agrícolas plicados en un siniestro de tráfico (zona urbana e interurbana), 148 (un 40,43%) no cometían ninguna infracción en el momento del accidente.
Las cifras no oscilan demasiado si separamos los accidentes ocurridos en carretera tipo de vía: en carreteras, el 41% circulaba correctamente, mientras que en zona urbana lo hacía bien el 34,21%. Sí se nota, en cambio, en el número de siniestros con víctas registrados: 135 en carretera frente a 38 en zona urbana.
Parece que la velocidad, cruz de la DGT para el resto de conductores, no es una circunstancia que afecte específicamente a estos conductores: la gran mayoría (285 de 328) de los afectados en circulación carretera no cometían ninguna infracción relacionada con esta norma. Además, contrariamente a lo que se pudiera pensar, sólo uno de los tractores provocó el accidente circular a velocidad reducida y entorpecer la circulación.
En cuanto a la circulación urbana, sólo uno de 38 circulaba a ‘velocidad inadecuada para las condiciones existentes', según la DGT, mientras que los ninguno lo hacía demasiado despacio ni demasiado lento. Otra cosa son el resto de infracciones.
La conducción distraída o desatenta y los giros incorrectos parte del conductor del tractor en carretera son las infracciones que más accidentes con víctas provocaron durante 2006, (15,24% y 14,63%, respectivamente). En zona urbana, las distracciones causaron el 10,52% de los siniestros, mientras que el epígrafe ‘otra infracción' aparece como el culpable del 26,31% de los accidentes.
La conducción de un tractor, un vehículo asociado al trabajo en el campo (y no a la diversión, como puede estar la del automóvil o la moto) y que no alcanza una gran velocidad puede llevarnos a caer en el error de pensar que no se trata de un vehículo peligroso.
Nada más lejos de la realidad, se trata de un vehículo de grandes densiones cuyo margen de maniobra ante previstos es muy reducido y con el que hay que hacer gala de una gran prudencia, ya que cualquier colisión puede ser fatal, tanto para el conductor como para los ocupantes de dicho vehículo.
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