La leucemia mieloide crónica (LMC) es una enfermedad hematológica maligna y constituye uno de los cuatro tipos más frecuentes de leucemia. En todo el mundo, esta patología tiene una incidencia anual de 12 casos 100.000 personas y es responsable del 1520% de todos los casos de leucemia en adultos. Mientras, en nuestro país, el doctor Juan Luis Steegmann, hematólogo del Hospital De La Princesa de Madrid asegura que ‘en España se diagnostican anualmente cerca de 9.000 nuevos casos aproxadamente de leucemias, de los que un 35% son leucemias mieloides agudas y unas 600 leucemias mieloides crónicas'.
Además, esta enfermedad es ligeramente más predominante en hombres (56'9% de los casos) que en mujeres (43'1%) y afecta generalmente a personas de mediana edad. Asismo, la edad de promedio de comienzo es alrededor de los 55 años, aunque un 2% de los casos se diagnostica en niños. Según admite el doctor Steegmann, el rasgo patogénico más tante en la leucemia mieloide crónica es la aparición de un marcador genético, el llamado cromosoma Filadelfia, ‘que es el que define la enfermedad' y corresponde a un cromosoma 22 más corto de lo normal.

Ahora bien, si la leucemia mieloide crónica se diagnostica antes de que el paciente sufra el cuadro clínico (en la fase crónica), el paciente tiene una calidad de vida aceptable. ‘Sin embargo, lleva dentro una bomba de relojería cuyo mecanismo se activa en unos cinco años de promedio y después la enfermedad evoluciona en fases a una crisis blástica, verdadera leucemia aguda, gravísa, cuya evolución se mide en semanas', advierte el experto.
El objetivo principal que debe cubrir un tratamiento, tanto, es la elinación del cromosoma Filadelfia. En este sentido el lanzamiento de Glivec (atinib) (prera terapia para el tratamiento de la leucemia mieloide crónica con cromosoma Filadelfia positivo específicamente dirigida a la causa de la enfermedad) parte de Laboratorios Novartis supuso una revolución en el abordaje terapéutico de la enfermedad. No obstante, y como reconoce el doctor Francisco Cervantes, hematólogo del Hospital Clinic de Barcelona, ‘el 2025% de estos pacientes no responde a atinib o presenta intolerancia al tratamiento'.
El objetivo de nilotinib es evitar que la leucemia mieloide crónica pase de una fase crónica a una aguda muy resistente al tratamiento y en la que la enfermedad tiene muy mal pronóstico y en este sentido el doctor Cervantes destaca que 6 de cada 10 pacientes con leucemia mieloide crónica con cromosoma Filadelfia en fase crónica que presentan resistencia o intolerancia a otros tratamientos, incluido atinib, responde de forma satisfactoria al tratamiento con nilotinib. De hecho, los datos prelinares de ensayos clínicos en pacientes de nuevo diagnóstico sugieren que nilotinib podría formar parte de la terapia de prera línea.
Ahora habrá que esperar a que los profesionales que tratan a estos pacientes con leucemia mieloide crónica empiecen a prescribir este fármaco. Para ello, Novartis ha puesto a disposición de estos facultativos una guía teórica y práctica de la enfermedad, que está avalada la Asociación Española de Hematología y Hemoterapia y que pretende unificar criterios con los que definir y evaluar la situación de la enfermedad en cada momento y destacar los parámetros que son necesarios para la correcta toma de decisiones terapéuticas.
Y es que con la llegada de nilotinib (Tasigna), ya reconocido como la alternativa más eficaz para los pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica y en fase acelerada que presentan resistencia o intolerancia a un tratamiento previo, a muchos de estos enfermos se les abre una puerta hacia la esperanza.
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| Presentación de Tasigna (nilotinib). |