‘El País’ analiza el fenómeno ‘lobby’

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Los lobbies son como los billetes de 500 euros. Todo el mundo sabe que existen pero muy pocos reconocen que trabajan a diario con ellos. El diario El País ha querido ahondar en un tema que está regulado en países como Estados Unidos o algunos estados de la Unión Europea,  pero que en nuestro país supone más bien un asunto espinoso. Y es que, hablar de lobby es casi como tocar un tema tabú. En un retaje de Pablo Xénez de Sandoval, el periodista del diario del Grupo Prisa ha conversado con algunos de los actores que habitualmente se mueven en estos círculos. Uno de ellos es Julián Zabala, de sobra conocido en el sector de la Comunicación sanitaria ser el Director de Comunicación de Farmaindustria, que ha contado su experiencia en el citado retaje. Por su interés, prsalud ha querido hacerse eco de las declaraciones del Dircom.


 

En concreto Julián Zabala ha comentado para el artículo publicado en la edición de hoy vies, 18 de julio, del diario El País cómo fue su actuación como Director de Comunicación de la empresarial de la industria farmacéutica a la hora de gestionar la nueva ‘Ley del Medicamento', un asunto polémico que hace un par de años ocasionó más de un quebradero de cabeza a la industria farmacéutica y que, a día de hoy, constituye un ejemplo concreto de la influencia que pueden ejercer los lobbies para inclinar la balanza hacia uno u otro lado en referencia a una determinada cuestión.

En aquella ley se regularon vez prera los genéricos, y la industria farmacéutica hizo una potente campaña en la prensa, y en el Congreso, para que todo el mundo supiera que sus ingresos iban a sufrir injustamente, se explica en El País. En este sentido, Julián Zabala, en nombre de Farmaindustria, que era uno de los principales grupos de presión afectados aquella ley, señala que ‘los preros borradores tenían medidas muy agresivas para contener el gasto farmacéutico' y que el sector pensaba que eran ‘eficaces a corto plazo, pero cercenaban la viabilidad de la industria farmacéutica en el medio y largo plazo'. Con menos ingresos, según las propias palabras de Zabala, habría menos investigación.

Por eso el lobby trató de matizar esas medidas para que fuese menos traumático', reconoce el director de comunicación de la patronal al tiempo que apunta que, como grupo de influencia, ‘nuestra obligación es, prero, que se nos escuche, y después, que se nos tenga en cuenta'. Y añade: ‘tenemos una relación intensa y continua con todas las administraciones'.

Finalmente, Zabala asegura al periodista de El País que Farmaindustria está atenta ‘a la ‘Ley del Medicamento' tanto como a una circular de una consejería de Sanidad' y termina su intervención recordando que durante la tramitación de aquella ley, Farmaindustria acudió a ‘muchas, muchas, muchas reuniones'. ‘Si la ley duró un año, que son 50 semanas, pues serían 100 reuniones', expone. Incluso su presidente fue invitado a hablar en la Comisión de Sanidad del Congreso para exponer su posición aunque fue uno de más de una docena de expertos y representantes de distintos grupos de presión que acudieron a esa comisión a informar a los diputados, indica Zabala para cerrar su declaración.

El caso de las leyes sanitarias, escribe Xénez en su artículo, es paradigmático, que es un mundo muy técnico donde los diputados y senadores no tienen qué conocer a fondo aquello sobre lo que legislan. A este respecto, la senadora Rosa Nuria Aleixandre, de CiU, es especialista en biomedicina y ha participado en la aprobación de numerosas leyes sanitarias, lo que le lleva  afirmar que ‘los lobbies son buenísos si tienen delante profesionales, pero son peligrosos si a quien tienen es a alguien que no sabe de lo que legisla'.

Además, Aleixandre se declara a favor de que los despachos de influencias ‘tengan voz en las instituciones' y rechaza cualquier posibilidad de que industrias tan potentes como las de su ámbito puedan llegar a corromper con su presión a los políticos con los que tratan ya que ‘a un legislador es muy difícil comprarlo, que no hay que comprar a un hombre, sino a un partido entero. Puede haber un corrupto, pero no hay formaciones corruptas', opina la senadora.

Fuente: El País

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