Algunos dicen que leen lo mismo que el resto del año, otros que leen más que tienen más tiempo, y otros menos que no paran en casa. Lo cierto es que los quiosqueros notan la llegada del verano que sus ventas disminuyen, aunque algunos sobreviven a esta época gracias a que hay menos competencia y los gratuitos no se reparten.
Los lectores habituales de diarios no se despegan del suyo sea la época del año que sea y aunque la temperatura no invite precisamente a la lectura ellos no se permiten estar desinformados pase lo que pase. Pero los que leen diarios a menudo sin ser fieles absolutos se relajan un poco en verano ya que al estar fuera de casa hay menos tiempo para la lectura, aunque haya más tiempo libre. Es eso que todas las publicaciones ven como en estos meses se reduce su número de lectores.
Los diarios gratuitos lo saben, eso se retiran durante el mes de agosto, el de menos actividad en las ciudades. Ante este vacío algunos buscan en el quiosco una lectura que les informe y entretenga al mismo tiempo. Las revistas femeninas también tienen la lección aprendida, eso todas traen consigo obsequios muy veraniegos que las hacen más atractivas.