Ya sé que suena políticamente incorrecto, incluso políticamente abyecto si quieren. Pero yo desconfío de las asociaciones de consumidores. Así, sin tapujos. Lo confieso.
Entre ayer y hoy he leído en la prensa, he oído en la radio y he visto en la tele más declaraciones de un tal Rubén Sánchez que de Barack Obama tras su histórica convención en Denver. El amigo Sánchez representa a una facción radical de los consumidores, los agrupado en Facua, y ayer fue su día de gloria que Telefónica va a empezar a cobrar 50 céntos, insisto, 50 céntos, se lo digo de otra forma, 80 pelas, identificar las llamadas entrantes en sus teléfonos fijos. Una medida de carácter empresarial, que Telefónica sabrá qué la toma, pero que evidentemente, está en su derecho de tomar. Pues ahí tienen a Sánchez, viniéndose arriba. Y los medios presuntamente serios, dándole coba.
Lo más penoso es que, revolviendo –no mucho, sólo lo justito en las hemerotecas o en Google, he visto a Sánchez hablar con la misma contundencia y presunto conociento de, tomen nota: los abusos de las agencias y los hoteles en vacaciones, la crisis del aceite de girasol, el canon digital, el abuso de Ryanair y las emisoras de los taxis.
Una de dos, o tiene un vastíso conociento de todas las industrias, mercados, sectores, empresas, productos y servicios que se dan en España o, no sé qué me da que más probable, no tiene ni puñetera idea de nada de ello. Pero lo peor no es el tal Sánchez, es que los medios le tomen como fuente. A veces, como única fuente.
PEDRO APARICIO PÉREZ
DIRECTOR DE PRNOTICIAS.COM
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