El ERE de la Gaceta que plantea prescindir de casi la mitad de su plantilla, tiene un objetivo claro: adelgazar la empresa para poder venderla lo antes posible. Esta es la lectura que hacen cercanos a la operación y que han participado del plan de viabilidad puesto en marcha. ¿El comprador? Todos apuntan a los Kindelán, que mediante Dixi Media son los exclusivistas de la cabecera desde este verano.
La historia de la Gaceta viene siendo turbulenta desde que en marzo de 2007 Juan Pablo Villanueva vendiese su participación mayoritaria en el Grupo Negocio a Antonio Fontán y la Fundación Valdecubas. Desde ese momento, la intranquilidad ha reinado, prero los sucesivos cambios de dirección y la administración de la cabecera y luego en los rumores de ERE que se han concretado esta mañana.
Desde diciembre del año pasado, se habla de que el nuevo propietario buscaba deshacerse del rotativo, pensando en Vocento y en los Hermanos Kindelán o incluso se rumoreaba que quería vender toda la participación a la COPE. Durante este tiempo, la empresa también buscó el equilibrio financiero mediante diferentes operaciones bursátiles que finalmente no dieron sus frutos.
En esto llegaron los Hermanos Kindelán que en julio de este año se hacían cargo mediante Dixi Media de toda la gestión publicitaria de la empresa. Este acuerdo preferente es sin duda el prer paso para un futuro acuerdo de compra, según nos cuentan cercanos a la operación. El otro plus para la operación es la vieja amistad que une a los Kindelán con José María GarcíaHoz desde la época en que todos eran socios en la antigua Recoletos. Y es que en Valdecubas se comenta desde hace meses que la Gaceta no era el gran negocio que esperaban y la crisis de publicidad ha terminado de darle la puntilla al rotativo.
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