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Esta mañana hablaba con un gran amigo, del que no diré el nombre para no descubrir la fuente (jajajajaja), y me contaba de la tancia necesaria de la figura de un director para llevar adelante un periódico.
Si hay alguien que haya sido crítico con la gestión de Pedrojota Ramírez, ese he sido yo. Y si hay que reconocer que hoy hoy en los medios de comunicación hay un solo DIRECTOR PERIODÍSTICO REAL, ese es Pedrojota, y también lo digo yo. Pero comencemos el análisis.
Los periodistas que hoy son directores de diarios, vieron un día a Pedrojota aparecer en el programa 59 Segundos, a la mañana siguiente le escuchaban en la COPE o en Onda Cero… Además asistía a todos los saraos que le colocaba mi querida Agatha Ruíz de la Prada, enca iba a Moncloa a hablar con Felipe, Aznar o Zapatero, diez minutos más tarde estaba inaugurando unas jornadas de El Mundo, y escribía su homilía deliciosa de los domingos, y escribía un libro, y otro… Y en todo momento, en la redacción de la calle Pradillo, estaba corrigiendo, repartiendo, ayudando, enseñando, creando equipos…
Claro, los nuevos directores se han creído que con hacer esto (la parte del guateque) ya estaba inventada la fórmula mágica, pero no es así. El éxito de Pedrojota Ramírez, como de algunos que están saliendo de sus nichos de Intet a tomar el sol, no era otro que trabajar una hora, o dos, o tres más que el resto. Porque, con una agenda en la que tu prioridad es el periódico, es difícil que se te escape nada.
Hoy, en el diario ABC, la agen de su recién llegado director es más que discutida los redactores. Ángel Expósito que es un gran especialista en montar reuniones y saraos, queda muy lejos de la agen de prudencia y conociento de otro de los grandes directores de la historia, el académico Luis María Ansón. El propio Ansón nos serviría de ejemplo al modo y manera de ser otro Pedrojota de la dirección periodística.
En el diario La Razón, competidor a muerte de ABC, está el genio y figura de Mauricio Casals, que es especialista en no estar en ningún sitio, pero aparecer en todos y saber todo lo que pasa en este difícil mundo. Su director, Paco Marhuenda, se prodiga, como el resto, los programas de opinión, las fiestas y presentaciones de colecciones de moda, o los entierros multitudinarios.
Otro caso atípico de director es el de El País. Javier Moreno, se encontró con el nombramiento enca de la mesa, para sustituir a un más que gris Ceberio. El País también tuvo un gran director que fue el académico Juan Luis Cebrián, Janly para los amigos, y que fue el verdadero pulsor de la marca El País y encargado de crear el buque insignia que ha hecho ricos y famosos a los Polancos. Juan Luis era un director de los de antes, de los de verdad y no le hacia falta salir en el papel couche ni estar en todas las historias que nada tienen que ver con periodismo, y sí con espectá culos. ¡Ah!, sin olvidar a Estefanía, gran director.
En los económicos, sucede tres cuartos de lo mismo. El actual director de elEconomista, Amador G. Ayora, es una mezcla entre un director descreído, será que la ‘mitad' de los socios están en la cárcel y la otra mitad en liquidaciones o suspensiones ladrilleras… Bueno, pues elEconomista, también tuvo un gran director Carlos Salas, pero claro el bueno de Carlos se negaba a hacer lo que a otros parece encantar. Ayora está enfrentado a grandes empresas sus pretensiones millonarias, mezclando en los datos que apoyan su gestión la Red con el papel… Y ahí está, esperando la liquidación. Pero dirigir lo que se dice dirigir más bien poco.
Y sí hay dos excepciones en los diarios económicos. Uno es el de Jesús Martínez Vázquez, director de Expansión, que es un gran director del diario, tiene mano templada, y la salida de Castellanos, y la llegada del ‘olfato' de Pedrojota, han hecho que no se mueva, y que Expansión siga siendo una cabecera prestigiada y valorada. En el diario de Prisa, Cinco Días, fin hay un director. Desde que Ekaizer dejase la dirección del económico, allí no han pasado nada más que tapa huecos… Hoy, Jorge Rivera se tiene ganado el cariño y la confianza de su redacción, y es así, que también curra, y se deja de aparecer a todas horas diciendo gilipolleces allí donde le pagan.
El análisis me llevaría a hablar de Público en el que es mejor no decir nada, que nada se sabe. Bueno sí a la vista de las tiradas diarias queda claro que es un periódico de perfil político y que da igual lo que se pierda que luego lo pagará Moncloa y sus anuncios para todos… Y podría hablar de otros diez, o cien o mil. Por no hablar de revistas que están en las últas o grupos de comunicación y sus directivos se dedican a venderle parcelas a los promotores inmobiliarios, que este es otro noble trabajo unido al periodismo… ¡País!
Y podríamos hablar de los diarios catalanes, pagados hasta las trancas Montilla, con lo cual ya está hecho el curro. O de los regionales, que allí la coña se ve mejor…
Porque claro, si te invitan a una tertulia para hablar de la economía americana y no conoces Nueva York ni su pulso, ni la City, ni sabes lo que es… que más da. Y si te invitan a hablar del escándalo de las niñas que se comieron en una cena, del alcalde especulador de turno, de la tortilla de patatas del Herrera… Aquí todo dios dice lo que le parece y después caja a pillar los 300 del ala. Hay muchos directores de periódicos que ganan más con sus salidas y colaboraciones que con su trabajo, en el que es posible localizarlos.
Hoy, España sólo tiene un director que es digno de que los demás se miren en su espejo. Un tipo al que han sacado hasta la extenuación en páginas amarillistas de Intet, en las que se le culpa de haber matado a Manolete… Pero, el diario El Mundo sabe que Pedrojota, o Casiro, que aquí sí hay recambio podrán crear en sus aulas periodistas… De raza, supuesto.
A volar con IBERIA…
Pedro Aparicio Pérez
DIRECTOR DE PRNOTICIAS.COM
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