Amores de verano…

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Un amigo, de múltiples cargos y nombre DE apóstol, quedó prendado de una dama. Caipirinhas, samba y el embrujo de una noche de verano, hicieron que perdiera la cabeza. (Eso explicaría sus últas actuaciones). Pensó que diciéndole aquello que ella quería escuchar, caería rendida a sus pies. Si la chica amaba la pintura, él era pintor, si le gustaba la cocina, un gran cocinero, si prefería un músico, él sabía tocar la guitarra (tampoco había ninguna cerca para hacer la demostración) y si hacía falta decir que había trabajado en el medio de comunicación que siempre había criticado, que a ella le parecía de lo más interesante, pues se decía y punto. ‘Todo la patria'. La pasión ciega y uno es capaz de las cosas más insospechadas para conseguir su objetivo. 

Pero, la mentira tiene las 'piernas' muy cortas (a diferencia de la dama en cuestión) y además ella también estaba enamorada, aunque de otro. DEcepcionado, volvió a la capital e intentó olvidarse de ella. No obstante, el destino es  muy caprichoso y un evento hizo que se reencontraran. Su mirada la divisó entre la multitud y se abrió paso hacia ella. Su sorpresa fue máxa cuando, un viejo conocido le cortó el paso, se giró hacia la dama y mirándole a los ojos le dijo: 'te presento a mi novia'.   Sin duda, el mundo es un pañuelo.

Los murciélagos nunca duermen…  

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