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‘Matar al mensajero. Medios de Comunicación en la Línea de Fuego'. Así se llama el foro de debate sobre los ataques a la libertad de expresión y a la prensa que reúne a unos 300 periodistas en la capital mexicana. Los comunicadores de 14 países latinoamericanos centrarán sus discusiones en las dificultades que han afrontado los periodistas, en la últa década, en zonas de conflicto y situaciones de paz.
El foro, que se ha iniciado ayer, está organizado la agrupación de defensa de los derechos de los periodistas ‘Article 19' y el Instituto Internacional de Seguridad para Periodistas y en él participan editores de México, Colombia, Perú, Brasil, Guatemala y Venezuela, así como otros medios internacionales.
En países como Colombia, México, Brasil, Perú y Guatemala se ha registrado un incremento de asesinatos a comunicadores, mientras que en Venezuela y Haití, varios periodistas tuvieron que abandonar estos países ante las amenazas y presiones. Esta es la cruda realidad que dio inicio al encuentro.
México fue considerado en el foro como el país más peligroso del continente para ejercer el periodismo. Los periodistas en México son asesinados lo que investigan o descubren. Detrás de estos crímenes se encuentran, normalmente, el narcotráfico y el cren organizado. Otra de las características que agravan la situación de los periodistas en México es la punidad de estos crímenes.
Precisamente el caso mexicano fue uno de los más analizados durante la Asamblea General que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) culminó ayer en Madrid. El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Gonzalo Marroquín, incidió en los riesgos que tienen que asumir los periodistas para ejercer su labor en México. Además, prometió que la SIP presionará a las autoridades del país para que aprueben normas legales y lograr que casos de secuestros, asesinatos y desapariciones de periodistas no prescriban y sean tratados a nivel federal.
En la conferencia que se celebra en México también se resaltó como Brasil se ha convertido en una zona roja para el periodismo, al igual que Perú, donde de 1982 a 2007 hubo 57 comunicadores asesinados. Por su parte, El Salvador y Haití también son zonas rojas. En el prero, en 2007 hubo más de 25 agresiones, mientras que en Haití, de 1987 a 2006 han perdido la vida 11 periodistas.