La vista prelinar del caso de la periodista Anna Politkóvskaya, asesinada hace dos años, ha comenzado en el Tribunal Militar de la región de Moscú, según ha comenzado el servicio de prensa de ese juzgado.
En esta sesión se debe decidir si el juicio se celebrará o no a puerta cerrada, las partes podrán exponer sus peticiones y se procederá a elegir al jurado popular, escogido la defensa ser más benévolos con los acusados que los jueces profesionales.
Al tiempo, los juristas de los familiares de Politkóvskaya han adelantado la posibilidad de pedir un aplazamiento de la vista tras el presunto atentado, revelado la víspera, contra su abogada Karina Moskalenko, envenenada supuestamente con mercurio en Estrasburgo junto a su marido y tres hijos.
Moskalenko declaró ayer que su estado de salud y la enfermedad de su familia no le permitirían asistir hoy al comienzo del proceso el caso Politkóvskaya en Moscú. En el banquillo de los acusados se sientan cuatro personas, aunque entre ellas no están ni el autor material ni los que encargaron el asesinato.
El presunto autor material del cren, identificado como Rustam Majmúdov, es objeto de búsqueda y captura internacional, mientras en el banquillo están dos de sus hermanos, como supuestos cómplices, y un coronel de los servicios secretos rusos, quien podría haber facilitado a los asesinos la dirección de Politkóvskaya.
El asesinato de Politkóvskaya, acribillada a tiros en el tal de su casa el 7 de octubre de 2006, fue perpetrado cuando la periodista preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado sus compañeros cinco días después de su muerte. Politkóvskaya, que nació en Nueva York en 1958 y tenía doble ciudadanía (rusa y estadounidense), era considerada la periodista más crítica con la política del Kremlin, especialmente en Chechenia y el Cáucaso Norte ruso.
La periodista había confesado en varias ocasiones haber recibido amenazas de muerte de los servicios secretos rusos, el Ejército y otras agencias de seguridad del Estado a las que había criticado con dureza en sus artículos.
EFE
