La regulación creada en enero de 2007 para los periodistas extranjeros que trabajan en China toca a su fin, y antes de que lo haga Reteros sin Fronteras pide a las autoridades de Pekín que adopten medidas que protejan mejor, y de manera permanente, su trabajo. Pese a que de manera insuficiente, la organización reconoce que los Juegos de Pekín han contribuido a hacer progresos para los medios de comunicación internacionales presentes en China.
RSF reconoce que las libertades de moviento y de entrevistar, concedidas en el marco de los Juegos Olímpicos de Pekín, han representado progresos para los medios de comunicación internacionales presentes en China. Aunque dichos derechos no se hayan respetado bien sobre el terreno, admiten que han facilitado el trabajo de los periodistas extranjeros. Pese a que durante los Juegos se mantuvo la censura de páginas webs relativas a derechos humanos y continuaron las detenciones a los periodistas que intentaron acceder al Tíbet, sí que se pudo informar sobre los disidentes y otros temas como manifestaciones en la calle, algo pensable antes de estos jueves. Ahora hay incertidumbre sobre lo que va a pasar cuando hoy deje de funcionar dicha regulación, algo que afecta a miles de profesionales de los medios.
Lo deseable, como también afirma RSF, sería que el fin de la regulación temal diese lugar a la creación de reglas que garanticen una libertad real de moviento, entre otras cosas en el Tíbet. Desde la organización piden libertad para entrevistar, sobre todo a los cargos oficiales, protección de la confidencialidad de las comunicaciones y fuentes periodísticas, y unas mejores condiciones también para periodistas y traductores chinos, contratados la prensa extranjera.
El 18 de octubre de 2008 expira la regulación para la prensa extranjera, de Hong Kong, Macao y Taiwán, que se puso en marcha el 1 de enero de 2007. Concedía libertad de movientos, antes restringida, y libertad para entrevistar. De hecho, esas reglas se han burlado ampliamente, como lo prueban las cifras que ha hecho públicas el Club de Corresponsales de la Prensa Extranjera. Según dicha organización profesional con sede en Pekín, desde el 1 de enero de 2007 se han censado 336 casos de interferencias en el trabajo de los periodistas extranjeros. Unas violaciones que incluyen detenciones, agresiones, negativas de acceso, presiones sobre las fuentes o vigilancia de corresponsales extranjeros.
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