Los datos reflejan que la publicidad en revistas ha caído un 4,5%, una cifra que a prera vista no parece tan acusada, pero que en realidad está afectando con mayor virulencia a determinadas publicaciones sectoriales. Las informaciones llegadas hasta prnoticias indican que la especialización es la que más ha sufrido con la crisis económica. La ralentización en áreas como Informática y detes no tradicionales ha obligado a algunas revistas a recortar páginas, reducir formato y recortar colaboradores. El poco dinero que hay llega de momento sólo a los grandes grupos.
La gran pregunta de la crisis económica mundial es ¿realmente nos falta dinero o lo guardamos nuestra crisis de confianza? Este mismo cuestionamiento se podría aplicar a los anunciantes de medios de Comunicación, que durante el año muestran resultados financieros positivos y luego contraen fuertemente sus presupuestos de publicidad. Esta estrategia ha afectado a los grandes Grupos de Comunicación, pero como en todo, los más perjudicados son los pequeños.
Es el caso de las pequeñas revistas sectoriales que ven como mes a mes su inversión publicitaria cae en picado. Lo paradójico es que sus principales anunciantes responden precisamente a sectores que no muestra signos de debilidad, pero que sin embargo han decidido restringir sus presupuestos. En el sector se explica esta fuga de anunciantes hacia grupos de Comunicación más grandes y hacia publicaciones con un mayor pacto mediático. Es decir, pagar lo mismo, pero buscando más visibilidad en suplementos insertados dentro de diarios generalistas.
Informática y detes no tradicionales han sido los preros y los efectos en publicaciones relacionadas (con pequeñas tiradas) se están comenzando a sentir. De esta manera, algunas revistas han recortado páginas, reducido su formato y han bajado el uso de colaboradores al míno. Estas revistas se realizan en su mayoría con periodistas externos, lo que estos recortes tendrán un serio pacto en la producción y en la recarga de trabajo en los pocos contratados del sector. Nadie se escapa de la crisis.
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