‘No tiene sentido venderlo ahora'. Así confirmaba el consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, la decisión estratégica de la entidad de conservar sus unidades de seguros y gestión de activos, un negocio de interés para el banco. La incertidumbre y los vaivenes en los mercados financieros han sido el principal detonante para que la compañía haya echado marcha atrás en la operación.
El anuncio se produjo durante la rueda de prensa para presentar los resultados del conglomerado hasta septiembre, periodo en el que los beneficios crecieron un 5,5% es decir, los 6.935 millones de euros.
El Grupo considera que la actual situación de los mercados genera mayores dificultades a la hora de encontrar un posible comprado que cuente con el capital necesario para afrontar una operación de esta envergadura.
El prer banco español tenía la intención de vender las ‘fábricas' de la gestora de activos y de la aseguradora, aunque pretendía conservar para sí la distribución de estos productos a través de su red de oficinas.
El negocio asegurador para el Grupo Santander tiene un peso estratégico. Y así lo reafirmó el ‘número dos' de la entidad al explicar que esta área ‘nos sigue interesando y nos seguirá interesando toda la vida'.
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