Los farmacéuticos aragoneses tienen ya la otunidad de actualizar sus conocientos a la hora de prevenir y notificar las sospechas de reacciones adversas a medicamentos una vez comercializados.
Y es que gracias a la notificación de estas sospechas se detectan numerosos efectos indeseados que son desconocidos y son la base de decisiones reguladoras dirigidas a mejorar la seguridad del uso de los medicamentos. Por tanto el curso que organiza el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza junto con el Centro de Farmacovigilancia en Aragón, es una herramienta útil para los boticarios.
En Aragón el Centro de Farmacovigilancia registró durante el año pasado 1239 notificaciones de reacciones adversas a medicamentos mediante el programa de la tarjeta amarilla. Esta tarea que realizan médicos, enfermeros y farmacéuticos es fundamental para la identificación, cuantificación, evaluación y prevención de los riesgos de los medicamentos comercializados.
El curso, que se celebra en la sede de la organización colegial los días 27 y 28 de octubre y 4 y 5 de noviembre, contará con destacados expertos de este ámbito como Mariano Madurga, Jefe de Servicio de Coordinación del Sistema Español de Farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios o Carmen Ibáñez responsable del Centro de Farmacovigilancia de la Comunidad de Madrid.
Durante el año 2007 los farmacéuticos aragoneses ataron casi el 16% de las notificaciones al Centro de Farmacovigilancia de Aragón. Desde 1999, este Centro colabora activamente con el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza. Juntos han desarrollado varias acciones destinadas a fomentar la notificación de boticas y minizar los riesgos de los efectos indeseables de los fármacos.
