Circular la C31 y la C32 de Barcelona puede no ser siempre igual, especialmente a partir de enero de 2009. Y es que el límite de velocidad en las entradas a la ciudad condal dichas vías puede ser inferior a los 80 Kilómetros hora según el tráfico, la contaminación u otras incidencias. Y es que la velocidad máxa puede ir disminuyendo de diez en diez según condiciones.
Elementos como la congestión, la contaminación, las incidencias viarias o cláticas pueden hacer que se circule debajo de 80 KM/h en algunas entradas a Barcelona, concretamente la C31 y la C32. Este hecho verá la luz a partir del 15 de enero de 2009. Así lo ha anunciado el Consejero de Interior, Joan Saura, que ha afirmado que el objetivo de este sistema es descongestionar el tráfico lo que se irá extendiendo de forma gradual. De hecho, se prevé que se aplique este modelo en la AP2 y la B23 para el verano. En 2010 podría llevar a la AP7 y B30.
La idea es adaptar la velocidad de los vehículos según las circunstancias, adaptándose así a las condiciones e incidencias. El objetivo: conseguir menos accidentes, que haya menos gasto de combustible y menos congestión de tráfico. Por su parte y aunque se puede reducir la velocidad máxa, Joan Saura asegura que al final los coches acabarán llegando hasta un 20% antes.
De hecho, la velocidad máxa seguirá siendo la actual (80 en la prera corona y 100 ó 120 en la segunda), pero este límite podrá ir descendiendo de diez en diez hasta poder llegar a un máxo de 40 kilómetros hora.
Y es que se trata de un modelo ya puesto en práctica. En la C31, un coche que cumplía con la velocidad variable tardó 15 minutos en recorrer seis kilómetros, se paró 18 ocasiones y circuló a 26,7 kilómetros hora de media, mientras que con el actual sistema empleó 20 minutos , se paró 32 veces y circuló a 17,8 km/h.
Por este motivo y teniendo en cuenta este ejemplo, se aplicará indistintamente este modelo en la prera y la segunda corona de Barcelona. Y es que durante este año, la litación de los 80 KM/H en la prera corona parece haber sido ‘positiva'. De hecho, asegura que se han reducido a la mitad los muertos y heridos graves.
Para llevar a cabo esta medida se requiere una inversión en infraestructuras técnicas de 2,6 millones en la C31 y la 32, ya que se deben instalar pórticos luminosos cada kilómetro y señales luminosas en las entradas a la vía para advertir a los conductores de los cambios del límite de velocidad. Y es que, una vez que se adentre en la vía dispondrá de un kilómetro para adaptarse a la nueva velocidad sin que se dispare el radar. Un tiempo al parecer de sobre, tal y como ha asegurado Saura. Aún así, habrá dos meses de prueba en el que no se multará.
