TOP TEN PR. Desde pravera y hasta otoño, TNS y WPP se convirtieron en la alianza más famosa del sector. Como si de una pareja se tratara, su relación no se confirmó hasta su fusión el 10 de octubre.
Dicen que la pravera la sangre altera. Algo así pareció ocurrirle a Martin Sorrell que manifestaba aquel entonces su capricho de hacerse con el control de la herramienta de investigación de mercados de TNS.
Pero, después de un verano intenso de propuestas y negociaciones pendientes de las que TNS llegó a rechazar ofertas valor de más de mil millones de libras, y tras superar una serie de vicisitudes, como la retirada de la alemana Gfk en su lucha TNS, y el permiso que Bruselas (aunque con condiciones) concedió a WPP para adquirir las empresas de investigación tras no ver peligro de monopolio, finalmente Sorrell se hacía con la compañía el pasado mes de octubre.
La fusión llegaba motivada las consecuencias de la crisis en la bolsa y el carácter insistente y firme del segundo mayor grupo de comunicación del mundo, que hicieron a TNS dar su brazo a torcer. Así, la empresa de medición de audiencias, aconsejaba a sus accionistas aceptar la oferta pública de adquisición de WPP, valorada en 1,1 millones de libras, la cual siempre les había sabido a poco.
Tras la adquisición, WPP empezó a deshacerse de los activos que tenía de AGB Nielsen Meida Research, el que ahora se ha convertido en su competidor principal.