Zapatero es de los que mas esperan de los milagros de Obama, al menos es lo que dice. Habla de él en sus últos mítines y ruedas de prensa como si fuera el amigo que vendrá a ayudarle. ¡Hombre¡ amigo…. Ni siquiera se han visto las caras. ¿Recuerdan cuando Obama evitó pisar España en su triunfal viaje europeo del pasado verano? Al parecer hubo malos consejeros que evitaron el rodeo. Da igual, nombrar a Obama suena a positivo y eso le gusta a ZP.
En el discurso de Obama hubo mucho realismo, "costará mucho esfuerzo los retos que enfrentamos". Gran discurso de estadista, llamada a la responsabilidad y esfuerzo, repaso a los retos y desafíos brutales, mano abierta a los débiles y al mundo entero. Toque de arrebato nacional, pero aglutinador. Nadie quedo fuera de su discurso, ni raza, religión o ideología. Sumó a los que están dentro de Estados Unidos, y a los que están fuera. Sumar, juntar esfuerzos y luchar juntos. El fervor y la esperanza duran lo que la euforia, ya ha advertido a sus compatriotas que toca trabajar.
ZP podría hablar menos y aprender más. Estamos todos bastante hartos de que se nieguen las evidencias. Prero la crisis, ahora las previsiones de paro. También del cruce de acusaciones y de la guerra entre los dos grandes partidos que deberían sumar sus fuerzas para sacar el país adelante. Menos hablar de Obama, muy grandilocuente que suene, y más sumar fuerzas para sacar el país adelante.
Aquí en España, el Gobierno seguirá vendiendo el plan de 8.000 millones de inversión de los ayuntamientos. El 8 de febrero, ZP dará mitin municipal en Madrid con ese tema estrella, y el PSOE lo está anunciando a sus afiliados para elevarlos la moral. No tiene otra cosa más popular que vender. Por cierto, la mitad de los municipios no han hecho los deberes, a punto de vencer el plazo para presentar proyectos.
PD: Consenso crítico en que la agencia Standard&Poor nos baje la solvencia como país de prera a segunda. Recordemos que esta, y las demás agencias, están en solfa tras calificar de buenos los productos basura que nos han llevado a la ruina.
MIGUEL CIFUENTES
PERIODISTA
