EL LÁTEX, UNA LATA

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Cualquiera puede sensibilizarse al látex pero existen unas poblaciones de riesgo entre las que se encuentran los pacientes que han sufrido múltiples cirugías, los alérgicos a otras sustancias relacionadas y las personas con exposición profesional al látex, como el personal sanitario y las amas de casa, debido al uso de guantes de goma. Por eso, el 80 ciento de la población mundial de alérgicos al látex son mujeres.

Las personas alérgicas al látex pueden presentar también síntomas alérgicos al comer diversas frutas, principalmente plátano, castaña, kiwi y aguacate, lo que se conoce como reacción cruzada o ‘síndrome látexfruta'. Para el diagnóstico de esta afección, los especialistas recurren al test cutáneo de Prick y los test de parches de contacto. A pesar de que se está trabajando en una vacuna, hoy en día no existe un tratamiento definitivo para combatir este tipo de alergia, lo que la prevención se considera la única medida.

Más de 40.000 productos de uso cotidiano contienen látex, una sustancia lechosa que se extrae del árbol tropical Hevea Brasilensis y que puede provocar alergia al uno ciento de los españoles. Es preciso distinguir dos tipos de reacciones a esta sustancia. La llamada alergia inmediata, conocida desde hace tres décadas, es una reacción ante la proteína del látex natural, y provoca síntomas análogos al resto de alergias (rinitis, asma, urticaria, incluso shock anafiláctico). Por otra parte está la alergia retardada,  provocada la reacción ante los aditivos químicos asociados al látex, y que causa sólo afecciones cutáneas.

             

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