La paternidad a partir de los 40 años triplica el riesgo de que los hijos padezcan esquizofrenia o autismo, según han puesto de manifiesto diversos estudios epidemológicos realizados en Israel, Suecia y España, aunque este últo ha demostrado una incidencia menor, según han señalado hoy varios expertos en el marco de la celebración del XIV Sposio Internacional ‘Avances en Psiquiatría' que reúne, hoy y mañana, a más de 1000 expertos españoles en esta ciencia.
Un informe epidemológico, elaborado la directora del departamento de Psiquiatria de la Universidad de Nueva York, Dolores Malaspina, y replicado en Israel, Suecia y España, aunque en este últo todavía no se ha presentado y los resultados son menos contundentes que en los realizados en los otros dos países, apuntan que la edad del padre también influye en la salud mental del hijo, frente a lo que se creía antes del desarrollo de la psiquiatría biológica, cuando sólo se tenía en cuenta a la madre.
En este sentido, los estudios apuntan que los hijos de los padres mayores de 40 años tienen el triple de posibilidades de padecer esquizofrenia y cinco veces más de sufrir autismo. En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y coordinador científico del Symposium, Jeróno Saiz, afirmó que con los años y el aumento de células producidas, se ‘incrementa el defecto genético'.
Otro de los aspectos interesantes que se abordarán en estas jornadas patrocinadas GlaxoSmithKline, la Universidad de Alcalá y el departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, será la relación entre la salud mental y la inmigración. Según Saiz, la prera generación de inmigrantes tiene una mejor salud mental que la de segunda, ya que ‘para pasar este proceso es necesario contar con determinadas condiciones', que les obligan a ser personas más fuertes mentalmente.
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De izquierda a derecha los profesores José Luis Ayuso, Jeróno Saiz y Julieta Montejo |
Asismo, la profesora visitante de Psiquiatría en la Universidad de California, en San Diego, y también coordinadora científica de este encuentro, señaló que los profesionales de la salud mental deben estar preparados para ‘abordar el proceso de aculturización' que deben sufrir los inmigrantes y que consiste en ‘aprender lo que tiene de general y particular el nuevo país, al tiempo que, en cierto modo, se olvida lo propio'.
Montejo señaló que actualmente España carece de estudios epidemológicos en los que se pueda profundizar en los hábitos de salud mental de los inmigrantes, aunque algunos estudios prelinares apuntan, según esta experta, que su asistencia a las consultas son en menor grado o igual que el de los españoles, aunque resulta difícil generalizar que cada cultura actúa de una forma distinta. Por el momento se tienen ejemplos de la comunidad mexicana residente en Estados Unidos, donde la segunda generación presenta tasas más altas de consumo y adicción al alcohol y otras sustancias.
Por otro lado, Montejo señaló que se han encontrado algunos biomarcadores de la enfermedad mental, del mismo modo que ocurre en otras patologías, aunque no precisó cuales que todavía se encuentra en proceso de validación. Esto significa que en principio se han encontrado ‘pruebas médicas objetivas que definan la enfermedad'. Una vez que se encuentren las causas que originan estas patologías como la depresión, en la que también se ha encontrado un biomarcador, se podrá ‘medicar más' al tiempo que contribuirá a mejorar el ‘el diagnóstico y el tratamiento a seguir para ser más certeros'.
Junto a este nuevo descubriento, el catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), José Luis Ayuso, apuntó que se han identificado tratamientos más eficaces, no que se hayan presentado nuevos medicamentos, sino que se les ha dado nuevos usos. Actualmente, el más eficaz es ‘Amotrigina', un antiepiléptico que se utiliza para abordar el trastorno bipolar.