prexclusivo Candela Cort, la sombrerera de la jet set, expone en el Museo del traje de Madrid desde el 13 de febrero hasta el 26 de abril una original reinterpretación de los retratos más tantes de la historia del arte. El acceso a la exposición que lleva nombre ‘El arte de volar, según Candela Cort’ es gratuito.
Sombreros para sentar la cabeza, y también para perderla. Sombreros apropiados para hadas y ninfas del bosque, y también para osadas madrinas de boda. Tan bellos, elegantes y originales que pueden convertir a sus tadoras en las protagonistas del enlace. Son las creaciones de Candela Cort, la diseñadora que ha convertido el oficio de vestir la cabeza en un arte digno de exposición.
Sus originales tocados, realizados con las más variadas materias pras han servido para realizar osados collages a partir de grandes obras como los frescos pompeyanos, el retrato de Giovanna Tornanbuoni de Guirlandaio, o el cuadro ‘Mujer con corbata negra’de Modigliani entre otras grandes obras de los clásicos de la pintura de todos los tiempos.
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Amiga de la exaltación de lo posible, Candela Cort ha vestido las cabezas más soberbias de la jet. La sombrerera prodigiosa estudió la carrera de Bellas Artes e inició su andadura profesional como fotógrafa, antes de entregarse completo al difícil oficio de adornar las testas femeninas. Esta exposición ha sido un regreso a sus orígenes: “Se puede pensar que he sido muy osada al reinterpretar estas grandes obras, pero lo que pretendía era realizar un juego, un divertento realizado con todo el respeto hacia la obra de los artistas. El objetivo no era otro que transformar mis sombreros del siglo XXI en objetos clásicos y al mismo tiempo modernizar estos cuadros y darles una nueva perspectiva”.
Su trabajo es sorprendente, tanto su concepción escultórica del espacio como su hábil uso de los materiales; utiliza rafia, terciopelo, malla de metal, tul… A la hora de crear afirma ser más intuitiva que reflexiva, y acerca de sus collages dice: ‘A veces es el personaje el que me lleva al tocado, pero a veces es el material el que me lleva al diseño y éste al personaje’.
La exposición El arte de volar, según Candela Cort, es una muestra única que sorprende su creatividad y no deja indiferente a nadie. Se trata de “volar en el tiempo e integrar en armonía el Renaciento y el siglo XXI”, en palabras de la propia artista.
SOMBREROS EN CONTINUA EVOLUCIÓN
El resultado ha sido tan original como espectacular su puesta en escena. Al acto de inauguración, las clientas de Candela acudieron tocadas con los sombreros exclusivos ha realizado para ellas encargo a lo largo de los años.
La relación entre la artista y sus clientas es muy estrecha. De hecho, un sombrero de Candela es una inversión para toda la vida. La creadora actualiza las piezas con un pequeño coste adicional en función de las necesidades de sus usuarias. El sombrero es como una pieza viva que cambia con el paso del tiempo sin envejecer nunca.
La artista reconoce, sin embargo, que la mujer española es muy reacia a lucir sombreros:
“Aquí la gente cree que solamente se puede poner un sombrero en una boda. Yo ayer a Arco fui con sombrero. Si vas al centro del arte te adornas la cabeza igual que puedes lucir una joya bonita. Lo prero que se nos ve nuestra cara”.
Hay un sombrero para cada cabeza, y para cada ocasión. El éxito de Candela se basa siempre en saber ofrecer a sus clientas un certero diagnóstico sobre sus necesidades en cuanto franquean la puerta de sus taller: “Sólo hay una persona a la que no le van los sombreros y es aquella que no tiene la predisposición de ponérselo. Hay mucha gente con un rechazo muy grande . En ese caso no hay nada que hacer. Cuando vienen a mi estudio y buscan algo que van a ser madrinas en una boda y se sienten obligadas les digo que se lo gasten en peluquería o en otra cosa”.
Los sombreros de Candela son auténticos caprichos. No protegen del viento ni de la lluvia, “son para estar guapa. Para mujeres sofisticadas, elegantes, divertidas, atrevidas y modernas…¿Cómo le sentaría un sombrero mío a Leticia Ortiz? Estaría estupenda. Yo me atrevería a hacerle uno. Yo me atrevo con todo, si me he atrevido con Catalina de Aragón…¿Cómo no me voy a atrever con Letizia? ”
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