TRABAJO, XENOFOBIA, DESEMPLEO

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Hoy toca reflexión. Inglaterra apunta hace meses brotes de xenofobia de los trabajadores y hay contagio en Europa. Otro efecto de la crisis.

En  programas de televisión en España se leen cantidad de mails diciendo que se les dé billete de vuelta a los inmigrantes. ‘Los españoles prero, sobran emigrantes', ‘si  no hay trabajo que se vuelvan a su país', hay ya muchos carteles de ultraderecha la calle con ese mensaje.

En Italia, Berlusconi dice a los médicos que denuncien a los inmigrantes ilegales que atiendan, para echarlos del país. En Francia, queman chabolas de inmigrantes, en los cinturones de pobreza de las grandes ciudades. Ha habido brotes racistas  en Holanda y Bélgica.

En España se empieza a asociar de nuevo inmigración con ilegales y delincuencia, y que quitan el empleo. Las páginas de sucesos están teñidas de extranjería: bandas especializadas, atracadores, traficantes, etc… Y no olvidemos que el  paro de extranjeros debe pasar ya de los 400.000. Esta información, recogida en los medios de comunicación, va fijando ideas en el inconsciente colectivo. Es un fenómeno que genera ideología y violencia. 

Si la crisis va a más, como parece, tenemos una bomba de relojería. Xenofobia y crisis van de la mano, hay ejemplos para aburrir. La crisis genera desempleo, y entonces surge el sentiento social de que los inmigrantes quitan el trabajo a los nativos. Quiero creer que no habrá grandes estallidos de xenofobia,  pero tenemos el suelo resbaladizo Guardans, eurodiputado de CIU, ha hecho una pregunta pertinente al Gobierno: ‘¿tiene idea el Gobierno de lo que van a hacer con cuatro millones de parados?', y medio millón de ellos extranjeros, añado. Sumemos las decenas de miles de autónomos que han cerrado, no tienen amparo, y tenemos un cuadro explosivo.

Solbes tiene paciencia infinita, y los días contados, mientras se pueda pagar el desempleo, llevar la Deuda Pública al 60% del PIB si hace falta, (Italia y Bélgica tienen mas del 100%). El déficit público lo elevamos al 8%, o al 10%., lo que haga falta.

El profesor Argandoña, del IESE de Barcelona, dice que no pasa nada si los parados comen y no se echan a la calle, se puede llegar al 22% de paro, como en el 93, no pasó nada. ¿Y si no comen  y la crisis se alarga?  

 

Miguel Cifuentes, periodista

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