Las mujeres no saben detectar un infarto

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Las mujeres no saben identificar los síntomas de un infarto y acuden más tarde que los hombres a los servicios de urgencias cuando sufren uno, los profesionales sanitarios desconocen algunos síntomas no convencionales que sólo se manifiestan en las féminas según ha expuesto la presidenta del Grupo de enfermedades cardiovasculares en la mujer de la Sociedad Española de Cardiología, Milagros Pedreira.  

En este sentido, la doctora Pedreira señaló, en un encuentro organizado Bayer Healthcare, la menor percepción que existe parte de la mujer de que puede padecer una enfermedad cardiovascular al ser considerada tradicionalmente como una patología masculina. A este prer obstáculo se añade que ellas no relacionan sus síntomas con una enfermedad cardiaca, en parte que experentan algunos poco conocidos los pacientes y los profesionales sanitarios que sólo se manifiestan en las mujeres.

Así, junto a los síntomas clásicos relacionados con la angina de pecho como el dolor torácico constrictivo y opresivo unido a la sensación de peso con intensidad variable habitualmente en la zona retroesternal, las féminas experentan fatiga inusual en el 70,7 ciento de los casos, trastornos del sueño en el 47,8 ciento y dificultad respiratoria en el 42,1 ciento de los casos. Si se trata de la fase aguda se presenta malestar torácico en el 29,7 ciento de las ocasiones, dificultad respiratoria en el 57,9 ciento de los casos, debilidad en el 54,8 ciento y fatiga en el 42,9 ciento de las pacientes según un estudio americano.

Esto se traduce en que las mujeres no acuden a los centros sanitarios que no relacionan los síntomas con un problema cardiovascular y cuando lo hacen llegan más tarde que los varones o se dirigen a otro especialista que no es el cardiólogo. De hecho, Pedreira afirmó que de las 68.000 mujeres que sufren un infarto sólo 40.000 sobreviven siendo la muerte súbita la ‘principal manifestación de un problema cardiovascular' en las féminas.

Por otro lado, destacó la tardía inclusión de las mujeres en los estudios sobre fármacos así como en los registros de enfermos acerca de estas patologías para conocer más de cerca las características de la enfermedad, su evolución y abordaje. Así, los últos estudios demuestran que las féminas han participado un 30 ciento menos que los varones en estudios y ensayos cardiológicos. Sin embargo, esta situación está cambiando, aunque de forma lenta, y cada vez son más los informes que incluyen los casos de mujeres para poder comparar la información con la de los varones. Por el momento, uno de los datos más llamativos que se han averiguado ha sido la diferencia de los síntomas entre ambos sexos.

Ahora el objetivo de los profesionales sanitarios se centra en reducir el número de muertes, especialmente en mujeres, debido a esta patología que se encuentra delante del cáncer de mama. Para ello, Pedreira abogó mejorar los factores de riesgo cardiovasculares, relacionados muy estrechamente con la diabetes, la hipertensión, el colesterol, el tabaco y la vida sedentaria. En este punto destacó que las mujeres no relacionan estas enfermedades con una patología cardiovascular y no lo consideran como un tante factor de riesgo que le puede llegar a provocar la muerte.

Además urge controlar las manifestaciones en las que se presentan los problemas cardiovasculares en las mujeres, incluirlas en los ensayos, realizar estudios de prevención praria y secundaria, elaborar guías de actuación, campañas de divulgación y planes de actuación.

Las enfermedades cardiovasculares suponen la prera causa de murete en los países desarrollados y el 54 ciento de las muertes esta patología en España durante el año 2006  correspondieron a una mujer, siendo el accidente vascular cerebral el más prevalerte seguido de la cardiopatía isquémica, que ocupa el prer puesto entre los hombres.

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