La relación empresarial entre la agencia de Relaciones Públicas BursonMarsteller y la aseguradora AIG sigue levantando ampollas entre un gran sector de la sociedad estadounidense. El últo episodio de la polémica lo protagonizó la pasada semana la periodista Rachel Maddow en su programa nocturno del pasado jueves.
La periodista aseguró en su show no entender cómo AIG, inyectada en cuatro ocasiones el gobierno americano desde el mes de septiembre para evitar la quiebra, pudo contratar en el pasado octubre los servicios de la agencia BursonMarsteller.
El CEO de BursonMarsteller Mark Penn defendió la reputación de la agencia de relaciones públicas y aseguró, en un comunicado interno, que la compañía ‘está orgullosa de trabajar para la aseguradora AIG' en respuesta a las duras críticas vertidas la periodista Rachel Maddow en su programa.
Rachel Maddow calificó a BursonMarsteller de ‘empresa de Relaciones Públicas del infierno' y expresó su indignación con respecto a que AIG esté utilizando los servicios de cualquier empresa de relaciones públicas después de que el gobierno estadounidense tuviera que inyectar nuevamente la semana pasada a la aseguradora fondos públicos valor de 30.000 millones de dólares para salvarla de la quiebra.
En otro momento del programa Maddow señaló: ‘Cuando el mal necesita Relaciones Públicas, tiene a BursonMarsteller en su sistema de marcación rápida'. En respuesta a estas acusaciones, el CEO de la agencia, Mark Penn, afirmó en un comunicado interno a sus empleados que ‘están orgullosos de trabajar para AIG, un trabajo que no tiene nada que ver con pulir la agen de la aseguradora, sino de ayudarla a manejar el gran interés que los medios, el gobierno y los empleados tienen en su situación'.
Mark Penn apuntó que, recibir fondos del gobierno, obliga a AIG a tener una mayor responsabilidad y a dar a conocer al público sus operaciones y actividades. Asismo, Penn hizo referencia en su comunicado a las críticas lanzadas en relación a la lista de clientes de la agencia de relaciones públicas y aseguró que ‘de todos los clientes mencionados, solo trabajamos para Phillip Morris Altria en EE.UU y no en la comercialización de cigarrillos, sino para ayudar a la compañía con el mandato legislativo de creación de programas para dejar de fumar'.
Como siempre, Penn en el centro de la polémica…
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