25 de marzo. Para que hayamos llegado al presente escenario han tenido que pasar una serie de cosas. Esto es una perogrullada. Pero el fin de la normalidad llega cuando la banda de los cuatro regresa. Estos traidores a todos son los mejores actores para llevar a cabo los fusilamientos. Van y vienen, se lo llevan crudo de todos los sitios y dejan patente su máxa: yo prero, y luego yo. El padre padrone tiene buenos sicarios, pero además cuenta con un jefe de cuartel algo descolocado (sin amigos, sin equipo). Por seguir de tertulia en tertulia con el cazo lleno ha demostrado ser capaz de vender a quien haga falta. No le duele nada. No conoce a nadie. Dicen que cuando acabe esto le sustituirá el tío de la vara. Y así vamos, entre fiambreras y genios del g y el merchandising. Y la noticia. Ya no ta.
{citemlist:rdate:853}