Los ojos de los periodistas y comunicadores brasileños están puestos en el Supremo Tribunal Federal, quien debatirá la posible anulación de la Ley de Prensa, promulgada la dictadura militar en 1967.
También, el supremo brasileño considerará una demanda que pide acabar con la obligación del título universitario para ejercer el periodismo. Si la Ley de Prensa se anula, se pondrá fin a las prácticas de censura que puso el régen militar durante su dictadura en el país.
A pesar de que el año pasado, el Supremo Tribunal Federal de Brasil suspendiera la vigencia de 22 de los 77 artículos de la Ley de Prensa, entre ellos los que castigan con penas de cárcel más severas de las establecidas en el Código Penal la calumnia, injuria y difamación cometidos periodistas; la abolición de toda esta legislación podría ser definitiva hoy.
La Ley de Prensa dictada el régen militar y todavía en vigor une a periodistas y editores y establece prácticas de censura que viola preceptos constitucionales y democráticos.
‘Es una legislación antidemocrática, que tiene el objetivo de litar la difusión de informaciones y opiniones, poniendo un ambiente oscurantista a la sociedad', dijo Judith de Brito, presidenta de Asociación Nacional de Diarios.
El diputado y periodista Miro Teixeira, quien presentó la demanda de nulidad de la ley, manifestó su convicción de que los magistrados aceptarán sus alegatos, pues ‘son los de la totalidad de la sociedad brasileña'.
El Supremo también decidirá si acaba con la obligación de tener un título universitario para poder ejercer el periodismo en el país. Sin embargo, este punto divide a los editores y periodistas brasileños.
Según Judith de Brito, esa obligación ‘empobrece el periodismo' e ‘pide que talentos de otras áreas ejerzan la noble actividad de informar'. Pero, la Federación Nacional de Periodistas se sitúa diametralmente en contra y niega que el título suponga una ‘reserva de mercado', sino que certifica que una persona se ha preparado debidamente para ejercer la profesión.
AGENCIAS.